Las empresas generan residuos de diferentes tipos como resultado de su actividad, como pueden ser residuos plásticos, de papel/cartón, metal o incluso peligrosos, como pinturas, disolventes, aceites, baterías o plásticos u otros envases que haya contenido sustancias peligrosas. Por ello, la gestión de residuos es un aspecto fundamental en cualquier empresa, independientemente de su tamaño.
La legislación en materia de gestión de residuos, como es la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, establece la obligación de los productores de residuos de realizar la correcta gestión de éstos y de disponer de la documentación que justifique dicha gestión.
Sin embargo, en las pequeñas y medianas empresas (PYMEs), la falta de un departamento específico puede representar un desafío. No obstante, para poder gestionar los residuos de manera adecuada y eficiente y conforme a la normativa vigente, una excelente alternativa es contratar un servicio externo de intermediación en la gestión de residuos.
Las actividades que se necesitan para una correcta gestión de cualquier tipo de residuos (peligrosos, no peligrosos, inertes, RAEEs, …) se pueden resumir en las siguientes:
El primer paso es reconocer los tipos de residuos generados en la actividad empresarial. Se deben diferenciar los residuos orgánicos, inorgánicos, reciclables y peligrosos, asegurando su correcta separación en origen. Contar con contenedores bien identificados facilita esta tarea y evita la mezcla de materiales incompatibles.
El cumplimiento normativo es cada vez más exigentes. Se deben conocer las obligaciones de la legislación en materia ambiental tanto a nivel local, nacional como internacional.
Minimizar la producción de residuos es clave para una gestión eficiente.
Un siguiente paso para una gestión eficiente es identificar oportunidades de reducción de los residuos, como la optimización del uso de materiales o la digitalización de documentos. Por otro lado, la reutilización de ciertos materiales, como embalajes o papel, puede disminuir significativamente el volumen de desechos.
Las PYMEs deben asegurarse de cumplir con la legislación aplicable en materia de residuos. Esto incluye conocer las obligaciones como productor de residuos.
Es fundamental establecer acuerdos con empresas especializadas en reciclaje y gestión de residuos. En caso de no contar con proveedores externos, se puede recurrir a los puntos de recogida municipales. Además, es recomendable concienciar al equipo sobre la importancia del reciclaje y proporcionar información clara sobre los procedimientos internos.
Otra obligación de las empresas en cuanto al cumplimiento normativo implica conocer las normativas locales, registrar los desechos peligrosos y garantizar su adecuada eliminación. En caso de dudas, es recomendable consultar con organismos oficiales o asociaciones empresariales.
La implicación del personal es esencial para el éxito de cualquier estrategia de gestión de residuos. Se pueden organizar sesiones de formación para informar sobre las mejores prácticas y fomentar hábitos responsables. Además, se pueden asignar responsabilidades dentro del equipo. Esto ayudará a mantener un control constante sobre el cumplimiento de las medidas establecidas.
Objetivos y beneficios de este servicio externo
Este artículo se ha realizado en el marco de la Resolución de la Diputación de Valencia de concesión de una subvención a la Oficina de Sostenibilidad de Cámara Valencia, para el fomento de políticas ESG en el tejido municipal y empresarial en el año 2024.
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