Qué son las Smart Grids y qué elementos se integran

En un mundo donde la demanda de energía sigue en aumento y la necesidad de una gestión más sostenible es apremiante, nace un desafío clave: ¿Cómo transformamos las redes eléctricas convencionales para enfrentar los retos del siglo XXI? 

La respuesta a esta pregunta se encuentra en la revolucionaria tecnología de las Smart Grids o redes inteligentes. Que no solo representan una evolución, sino una verdadera revolución en la forma en que distribuimos y consumimos energía eléctrica. 

De hecho, las Smart Grids integran una serie de elementos avanzados que permiten un manejo más eficiente y adaptativo de la energía. Desde la monitorización en tiempo real hasta la incorporación de fuentes renovables y la participación activa de los usuarios.  

Sigue leyendo para obtener más detalles y preparar a tu empresa para el futuro de la energía.  

Qué son las Smart Grids o redes inteligentes 

Para nadie es un secreto que las Smart Grids representan un avance innovador.  

Imagina una red eléctrica tradicional, pero ahora dale un toque de inteligencia y conectividad. Eso es básicamente lo que son las Smart Grids. 

Lo mejor es que integran tecnologías de información y comunicación para optimizar la eficiencia, confiabilidad y sostenibilidad de la distribución de energía. 

Pues bien, la idea es promover una vinculación bidireccional, donde la red no solo envía electricidad a los hogares y negocios, sino que también recibe información sobre la demanda. 

Qué tipos de redes inteligentes existen para tu empresa 

En el ámbito empresarial, la implementación de redes inteligentes se convierte en una estrategia para optimizar la gestión energética. 

Por eso, existen varios tipos que tu negocio puede considerar para potenciar su eficiencia y sostenibilidad. 

Una de ellas es la WAN inteligente, que se basa en la tecnología SD-WAN y SDLAN para virtualizar las redes y adaptarlas al instante y globalmente. 

Lo mejor es que permiten monitorear y controlar de manera precisa el flujo de electricidad, mejorando la respuesta.  

Otro componente clave son las redes de medición, cuyos dispositivos proporcionan información detallada sobre el consumo de energía en tiempo real, permitiendo a la empresa entender patrones de uso y tomar decisiones. 

En cuanto a las redes de gestión, por lo general se utilizan como tecnologías de comunicación bidireccional para equilibrar la oferta y la demanda, facilitando la integración de fuentes de energía renovable y reduciendo los picos de consumo. 

Otra opción son las centradas en la seguridad, que incorporan sistemas avanzados de monitoreo y detección de amenazas, garantizando la integridad y confidencialidad de los datos, así como la protección contra posibles ciberataques.  

Por último, están las redes inteligentes para la integración de sistemas de almacenamiento de energía que ofrecen una solución innovadora, ya que permiten guardar energía en momentos de baja demanda para su empleo posterior, mejorando la flexibilidad y la capacidad de respuesta de la red. 

¿Qué ventajas técnicas ofrece una red inteligente frente a una red convencional? 

Las redes inteligentes, en comparación con las tradicionales, cuentan con varias ventajas que transforman la opción de la distribución eléctrica. 

Desde la perspectiva técnica, estas mejoras no solo son significativas, sino que también abren las puertas a una gestión más eficiente y sostenible de la energía. 

En primer lugar, la capacidad de monitorización porque permiten un seguimiento constante de la demanda y el suministro eléctrico, ofreciendo datos precisos sobre el rendimiento. 

Por esto mismo, la vigilancia minuciosa facilita la identificación y resolución rápida de problemas, reduciendo los tiempos de interrupción y mejorando la confiabilidad del servicio. 

Un componente clave es la automatización. Las redes inteligentes posibilitan la toma de decisiones de forma autónoma, optimizando la gestión de la energía.  

Como ves, tiene la capacidad de detectar y corregir fallos de manera instantánea no solo minimiza las interrupciones, sino que también reduce la necesidad de intervención humana, liberando recursos para tareas más estratégicas. 

La integración de fuentes de energía renovable es otra ventaja. Las Smart Grids cuentan con la capacidad de gestionar la intermitencia propia de fuentes como la solar o eólica, equilibrando la oferta y la demanda de manera inteligente.  

De hecho, la bidireccionalidad en la comunicación es también un pilar. En lugar de una simple entrega de electricidad a los consumidores, las redes permiten una interacción activa. Por eso, los usuarios pueden recibir información detallada sobre su consumo en tiempo real, lo que facilita la adopción de hábitos más eficientes y la participación activa en la gestión de la demanda. 

Por último, está la flexibilidad y adaptabilidad, son características intrínsecas de las Smart Grids . Estas pueden incorporar nuevas tecnologías y protocolos de comunicación de manera más ágil, lo que las hace menos rígidas y más preparadas para afrontar los desafíos tecnológicos futuros. 

Ventajas de las Smart Grids para tu empresa 

Las Smart Grids ofrecen una serie de ventajas para tu negocio. Una de ellas es que permiten una gestión eficiente de la energía. Los contadores, por ejemplo, ayudan a los usuarios controlar su consumo de energía en tiempo real y ajustarlo según sus necesidades.  

Además, pueden detectar automáticamente los fallos en la red y enviar alertas a los técnicos para que los reparen antes de que se produzca un bloqueo del suministro. 

Otro punto positivo es que son más resistentes a las interrupciones del suministro eléctrico. En una red convencional, si una central eléctrica tiene problemas, se produce un apagón generalizado. En cambio, en una Smart Grid, está la opción de distribuir la electricidad de otras fuentes para mantener el suministro. 

Es importante mencionar que permiten una integración más fácil de las energías renovables al sumar fuentes como la solar y eólica, y almacenar aquellas que producen las baterías.  

Incluso permiten una mayor flexibilidad en la gestión de la energía. Los usuarios pueden convertirse en pequeños productores de electricidad y vender el excedente producido por la red. 

Conclusión 

Las Smart Grids representan mucho más que una simple evolución en la distribución de energía eléctrica, son la clave para un futuro más inteligente y sostenible. 

La integración de elementos como la monitorización, la automatización, la incorporación de fuentes renovables y la participación activa de los usuarios redefine por completo la forma en que concebimos y gestionamos la energía. 

Al adoptar estas redes, las empresas no solo mejoran su eficiencia operativa, sino que también contribuyen a la construcción de un sistema más resiliente y respetuoso con el medioambiente.  

Este artículo se ha realizado en el marco de la Resolución de IVACE de concesión de una subvención al Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana, para el fomento de la Sostenibilidad y Desarrollo Sostenible en el año 2023.