La huella de carbono digital cobra cada vez más importancia, especialmente en los países más avanzados tecnológicamente y por supuesto, de forma más exagerada en los años tras la pandemia.
La transformación digital de los negocios cambió el paradigma de muchos empresarios y autónomos y nosotros como consumidores de productos, series, noticias… cada vez consumimos más online. El resultado es una huella de carbono digital que va en aumento.
Pero, ¿qué es la huella de carbono digital?, ¿es como una huella de carbono pero online?
No exactamente, la huella de carbono digital tiene consecuencias en el mundo físico, tanto como la huella de carbono o más y debemos esforzarnos en pararla cuanto antes.
La huella de carbono digital es producida por los gases de efecto invernadero debido al uso de las TIC.
Por ejemplo, todos los gases de efecto invernadero que se vierten a la atmósfera tras la construcción de un centro de datos capaz de almacenar las creaciones online como negocios, empresas, mensajes, plataformas…
A su vez, este almacenamiento y consumo que nos permite continuar con el modelo de vida que tenemos en la actualidad, también afecta al consumo de electricidad global. Este consumo y otros están asociados a la huella de carbono digital.
Para entender la importancia de la huella de carbono digital y por qué debemos comenzar a buscar medidas que la frenen y la reduzcan, es fundamental conocer algunos datos.
Las emisiones de la huella de carbono digital ya suponen entre un 1,8 y un 2,8% de las emisiones totales.
En 10 años se prevé que esta huella iguale a la que genera el transporte.
La huella de carbono digital es consecuencia principalmente de los centros de datos.
El consumo de electricidad global generado por el uso de Internet es semejante al consumo de electricidad de un solo país.
El número de horas que esté encendido un dispositivo influye notablemente.
Estos y otros factores pueden ayudarnos a comprender el calado y la importancia de la huella de carbono digital. Pero también pueden darnos algunas pistas sobre cómo reducirla.
Como has podido comprobar, existen muchos factores que pueden alterar y acrecentar la huella de carbono digital. Aunque lo cierto es que todos se agrupan en tres grupos: centros de datos, electricidad y número de horas.
A su vez, estos tres grandes factores que agrupan a otros más pequeños, están interconectados entre sí y tienen como base una sola cuestión: nuestros patrones de comportamiento.
Vivimos en una sociedad que cada vez consume más y además, lo hace todo el tiempo. Esto deriva en un mayor uso de, por ejemplo, Internet y esto en un mayor número de datos que deben ser almacenados y protegidos y ambas conllevan un mayor gasto de energía.
Los centros de datos generan la mayor parte de la huella de carbono digital. Y es que estos centros de datos son de suma importancia pues toda la información que manejamos online, todos los negocios, todo el entretenimiento, gran parte de la economía, e incluso de nuestras identidades está ahí dentro.
Por supuesto están equipados con copias de seguridad y cientos de medidas de protección, las cuales irremediablemente dejan su huella.
Asimismo, estos centros de datos gastan electricidad y energía en grandes cantidades. Pero además, nosotros cada vez que usamos Internet o la televisión, hacemos un gasto de energía relacionado con las TIC y por tanto, pertenece a la huella de carbono digital.
El suministro eléctrico para todas estas acciones: enviar mensajes de correo electrónico, ver Netflix, subir contenido a Instagram, buscar una receta…
A nivel mundial producen tanto gasto energético como un solo país y se espera que pronto iguale al gasto energético del sector de los transportes.
Todo esto está relacionado con las horas de uso. Si lo piensas, quizá apenas existen horas del día en la que no estés utilizando un aparato electrónico. El ordenador para trabajar, la televisión y el móvil para descansar, el móvil para comunicarte, para entretenerte… y vuelta a empezar.
Hay dispositivos como los móviles que están encendidos las 24 horas y otros como la televisión al menos lo están 8 horas de media.
Todos estos cambios de comportamiento debido a las oportunidades que ofrecen los dispositivos han aumentado la demanda de electricidad en el mundo.
Ante este nuevo paradigma poco consolador, existen pequeñas medidas que podríamos hacer de forma rutinaria, es decir, implantar en nuestras vidas, y ayudar a reducir la huella de carbono digital.
Todas pasan simplemente por la concienciación y un pequeño cambio de hábitos:
Borra los emails que ya no necesites, mensajes de whatsapp, etcétera.
Usa la función de optimizar energía en todos tus dispositivos
Usa hosting verde.
Utiliza motores de búsqueda responsables y concienciados con el cambio climático.
Contrata electricidad renovable.
Cancela las suscripciones que no te interesen
Haz limpieza en tu móvil y ordenador borrando todas las fotos, archivos y mensajes que ya no te interesen.
Este artículo se ha realizado en el marco del Convenio de la Resolución del Consejo de Cámaras de comercio de la Comunidad Valenciana e IVACE, en favor de la difusión de la SOSTENIBILIDAD para el año 2021.
Imágenes: Unsplash y Freepik
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