El hidrógeno verde o renovable, como vector energético de futuro, ofrece aplicaciones muy diferentes en diversos sectores.
Están alineados con las acciones previstas en el contexto europeo. De entre estas acciones, destaca la inclusión del hidrógeno renovable en la Directiva 2018/2001, de 11 de diciembre de 2018, relativa al fomento del uso de energía procedente de fuentes renovables, y la Iniciativa del Hidrógeno, lanzada en Linz en 2018, consistente en una declaración en la que los Estados miembros de la Unión Europea, la Comisión Europea, y otros países y organizaciones, destacan el poder de las tecnologías de hidrógeno sostenible para la descarbonización de múltiples sectores de la economía, la seguridad de suministro en el largo plazo y la competitividad económica europea. Asimismo, el Pacto Verde Europeo (European Green Deal) incluye en su previsión de desarrollo la aprobación de varias estrategias y mecanismos de financiación para la promoción y el desarrollo de la cadena de valor del hidrógeno renovable.
Dentro de las políticas a desarrollar en el marco del Pacto Verde Europeo, la Estrategia Europea del Hidrógeno (EU Hydrogen Strategy), tiene por objeto establecer las pautas necesarias para desarrollar el papel del hidrógeno limpio en la reducción de emisiones de la economía de la UE de una manera eficiente. Para ello, la estrategia aborda los principales campos de actuación a considerar, en concreto:
La Estrategia Europea del Hidrógeno erige el hidrógeno como elemento esencial para respaldar el compromiso de la UE de alcanzar la neutralidad de carbono en 2050 y para respaldar el esfuerzo global para implementar el Acuerdo de París.
Entre las aplicaciones del hidrógeno verde, se plantea su aplicación en sectores difíciles de electrificar, como es el caso del ámbito de la movilidad, fundamentalmente en la electrificación del transporte pesado (ferroviario, camiones, autobuses, marítimo) donde no es posible la electrificación mediante el uso de baterías de litio. Otra aplicación del H2 verde sería la generación de calor o aplicaciones estacionarias (luces de emergencia en edificios públicos -hospitales, hoteles, etc.).
El desafío más destacable que tiene el hidrógeno verde para el despliegue de su aplicación en los casos mencionados es el coste. Precisamente para dar solución a este reto, la Comunitat Valenciana dispone de la Estrategia del Hidrógeno Renovable de la Comunitat Valenciana 2030. Las empresas tienen a su disposición esta estrategia en la que el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) trabaja con tecnologías de hidrógeno innovadoras con el objetivo de reducir el coste y aumentar la eficiencia de tecnologías de producción y consumo de hidrógeno. Para ello, se realizan actividades de I+D relacionadas con la mejora de los materiales y componentes de equipos para la producción de hidrógeno (electrolizador) y consumo de hidrógeno (pilas de combustible).
En definitiva, soluciones tecnológicas como las que ofrece ITE tienen el objetivo de cubrir las necesidades de las empresas para favorecer el empleo de H2 verde en lugar del H2 gris que se utiliza actualmente, además de desarrollar proyectos y tecnologías para que el coste del H2 verde sea más competitivo.
Como ejemplo, ITE está inmerso en dos proyectos sobre hidrógeno actualmente como son HysTec -con expediente IMDEEA/2023/30, con solicitud de cofinanciación por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) y por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER)-, y Sigen2H2 (este ya en su tercera fase), enmarcado en la convocatoria del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo destinada a Agrupaciones Empresariales Innovadoras con el objetivo de mejorar la competitividad de las pymes en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, número de expediente AEI-010500-2023-341.
Las aplicaciones del hidrógeno renovable podrían resumirse en cuatro bloques:
Por último, en clave nacional, la Hoja de Ruta del Hidrógeno prevé que en 2030 haya 4GW de potencia de electrolizadores, y una contribución mínima del 25% de hidrógeno renovable respecto del total consumido en industria. Dicha Hoja de Ruta del Hidrógeno (Ministerio de Transición Ecológica, 2020) distingue cuatro aplicaciones también esas cuatro aplicaciones: industria, integración sectorial (almacenamiento energético, flexibilidad para el sector eléctrico, integración del hidrógeno en la red gasista y economía circular), movilidad (transporte por carretera, ferroviario, marítimo y aviación) y otros (como la cogeneración para el sector residencial o la industria).
Este artículo se ha realizado en el marco de la Resolución de IVACE de concesión de una subvención al Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana, para el fomento de la Sostenibilidad y Desarrollo Sostenible en el año 2023. Energía.
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