El hidrógeno verde se ha convertido en un tema cada vez más popular en los últimos años, sobre todo en el contexto de lucha contra el cambio climático y transición ecológica hacia energías más limpias. Vamos a explicar qué es el hidrógeno verde y como se puede contribuir a un futuro más sostenible.
El hidrógeno verde se produce a partir de la electrólisis del agua mediante energía renovable, como la energía solar o eólica. La electrólisis consiste en descomponer en hidrógeno y oxígeno de la molécula de agua mediante la aplicación de una corriente eléctrica. El hidrógeno resultante se almacena y se utilizará como combustible o como fuente de energía diferente a la eléctrica.
El hidrógeno verde se considera una forma de energía limpia porque su producción no crea emisiones de gases de efecto invernadero, al contrario del hidrógeno obtenido de combustibles fósiles, como el gas natural.
El hidrógeno verde puede utilizarse como forma de almacenamiento de energía renovable, así esta energía se puede utilizar en momentos en que no haya producción de energía solar o eólica.
Uno de los principales inconvenientes en la producción del hidrógeno verde es el costo, porque actualmente es más caro que otros combustibles fósiles. Sin embargo, se espera que este costo en el futuro disminuya a medida que se mejore la tecnología y el rendimiento de producción.
El uso del hidrógeno verde puede ser una solución para la reducción de emisiones en sectores como el transporte y la industria. Empresas como Repsol, ya apuestan por este nuevo tipo de energía, siendo el mayor consumidor y productor de hidrógeno verde en España (70% de la cuota de mercado en España y 5% de la UE).
Repsol visualiza un mercado futuro de vehículos pesados y autobuses fundamentalmente de hidrógeno, mientras que los vehículos ligeros serán mayoritariamente eléctricos.
Los vehículos impulsados por este hidrógeno producen únicamente vapor de agua como producto de la combustión, lo que los hace mucho más limpios que los vehículos impulsados por combustibles fósiles.
Nedgia, del Grupo Naturgy, es otra empresa que apuesta por este nuevo método de energía. Nedgia piensa que este gas renovable es factor clave para conseguir los objetivos de descarbonización y que no solo la energía eléctrica renovable es la única opción para lograr los objetivos de descarbonización.
En resumen, el hidrógeno verde tiene potencial para ser una fuente de energía renovable importante en la lucha contra el cambio climático y la transición hacia un futuro más sostenible. A medida que la tecnología mejore, esta producción será mucho más barata y será una solución clave para la reducción de emisiones en sectores como el transporte y la industria.
Está por ver las aplicaciones y la cantidad de hidrógeno que demandará el mercado en un futuro. Pues si bien, la ausencia de átomos de carbono favorece notablemente el uso de este combustible, hay otros aspectos menos favorables como la baja densidad energética o el alto rango de inflamabilidad que hace restringe su uso por ejemplo en el transporte pesado tanto terrestre como marítimo. Un desafío apasionante que empezará a cristalizar en cuestión de pocos años.
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