El cambio climático y la transición energética que vive la sociedad mundial ha provocado la puesta en marcha de normativas específicas dirigidas a favorecer e implementar nuevos modelos sociales más sostenibles. Es el caso del transporte o industria en general, con normativas destinadas a reducir la emisión de gases contaminantes en 2030.
Sin embargo, las empresas no sólo han de cumplir con estas normas legislativas que van cambiando según requiere la sociedad, hay otro tipo de normas mucho más concretas y el tejido industrial necesita cumplir no sólo para el desarrollo de su actividad, sino también para ponerla en marcha desde su origen. Es el caso de los equipos eléctricos y electrónicos que, para operar, han de cumplir, por ejemplo, con la Directiva de baja tensión 2014/35/EU y normativa internacional, para “acreditar” que son seguros.
Las entidades que pueden ayudar a las empresas con esta situación pueden ser centros tecnológicos que evalúen la conformidad de la seguridad eléctrica de dichos equipos con las diferentes directrices. El Centro Tecnológico de la Energía (ITE), ubicado en Valencia, como referente del sector energético, ofrece a la industria diferentes tipos de ensayo acreditados por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), de forma que el producto pueda ser puesto en el mercado cumpliendo con la legislación y garantías necesarias para que sea seguro. Esto resulta de interés a PYMEs y grandes compañías, a las que ayuda a desarrollar diseños, fabricación y comercialización de productos eléctricos y/o electrónicos. Durante la etapa de diseño se estudian las mejoras del producto a implementar y una vez se dispone del producto final, se realizan los ensayos necesarios para la certificación de su producto, utilizando la infraestructura y laboratorios de este centro tecnológico valenciano, entre los que se incluyen: laboratorio de seguridad eléctrica, laboratorio de ensayos ambientales y laboratorio de compatibilidad electromagnética.
Entre los ensayos que el ITE pone a disposición de las empresas se encuentran los siguientes:
Como decimos, la realización de estos ensayos de seguridad eléctrica no sólo permite acreditar si un producto puede comercializarse o no. Sino que las empresas también necesitan de esos certificados para garantizar que dichos productos son seguros desde un punto de vista del usuario, de forma que no pueda sufrir ningún riesgo eléctrico y, por otro lado, garantizar que las instalaciones eléctricas no se vean afectadas por equipos que no cumplan con las reglamentaciones europeas correspondientes.
Contar con la experiencia y conocimiento de centros tecnológicos especializados es fundamental. En el caso del ITE, las empresas pueden contar con la dilatada experiencia en el ámbito de ensayos de productos eléctricos y electrónicos, así como las diversas acreditaciones de la ENAC con las que cuenta.
Este artículo se ha realizado en el marco de la Resolución de IVACE+i de concesión de una subvención al Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana, para el fomento de la Sostenibilidad y Desarrollo Sostenible en el año 2024.
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