
Nuestro desarrollo económico está basado en la puesta en el mercado de productos y servicios. Estos productos y servicios son uno de los elementos clave para el desarrollo de políticas de sostenibilidad, tanto de tipo nacional como de empresa debido a las siguientes razones:
La relación entre los productos y servicios y el medio ambiente no se limita únicamente al momento en que son producidos, utilizados o cuando se convierten en residuos, sino que se extiende aguas arriba y aguas abajo abarcando todo su ciclo de vida.
Desde el momento en que son extraídas las materias primas con las que será fabricado hasta que su residuo es gestionado, un producto o servicio pasa por diferentes etapas durante las cuales se produce un consumo de recursos (agua, energía, materiales) y/o una producción de corrientes residuales (al agua, al aire o al suelo). Todas estas entradas (inputs) y salidas (outputs) tienen una repercusión sobre el medio ambiente, generando lo que se denominan impactos ambientales.
Estos impactos se pueden clasificar en tres grandes categorías de daño:
Cualquiera de estas tres grandes áreas tiene repercusiones en el presente y en el futuro de la humanidad y del resto de las especies. Cada una de estas áreas se ve afectada de manera cualitativa y cuantitativa por diferentes categorías de impacto.
Entre otras, suelen abordarse las siguientes categorías de impacto ambiental: calentamiento global, acidificación, eutrofización, ecotoxicidad, toxicidad humana, destrucción del ozono estratosférico, smog fotoquímico, el agotamiento de recursos y espacio físico, etc.
CALENTAMIENTO GLOBAL: aumento de la temperatura media del planeta a consecuencia del incremento del efecto invernadero provocado por el aumento de la concentración de gases como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4), el vapor de agua, el óxido nitroso (N2O), etc. Estos gases absorben parte de la radiación infrarroja que emite la superficie terrestre, de modo que el balance energético entre la radiación recibida del sol y la emitida por la Tierra queda desequilibrado. Esto tiene consecuencias sobre el clima, probablemente provocando un aumento de la temperatura media. La medida de las emisiones de los citados contaminantes se denomina potencial de calentamiento global o huella de carbono.
AGOTAMIENTO DE RECURSOS: disminución de los recursos disponibles en la Tierra. El origen básico de todos los bienes materiales son los recursos naturales (materiales y energía obtenidos o procedentes del medio ambiente). Los recursos no renovables son los que se renuevan por medio de ciclos naturales extremamente lentos (por ej.: combustibles fósiles) o aquellos que, a efectos de utilización por parte de las personas, no se renuevan en ciclos naturales (depósitos minerales). El crecimiento de la población, el aumento del consumo individual y la mala gestión llevan al agotamiento de los recursos naturales.
DESTRUCCIÓN DE LA CAPA DE OZONO: La disminución del ozono estratosférico que actúa como filtro de la radiación ultravioleta, a consecuencia, principalmente, de la presencia de compuestos halogenados en las capas altas de la atmósfera (estratosfera). Los principales causantes de este efecto son los gases clorofluorocarbonos (CFC) que poseen átomos de cloro y de flúor, además de una elevada estabilidad en la atmósfera. Esta estabilidad les permite llegar a la estratosfera, donde los CFC experimentan una fotólisis y liberan átomos de cloro. Estos átomos intervienen en procesos catalíticos que destruyen el ozono.
EUTROFIZACIÓN: La concentración excesiva de nutrientes en el medio acuático que favorece el rápido crecimiento de algas. Estas forman una barrera que impide que la luz llegue a organismos que viven en zonas más profundas y su alta actividad metabólica agota los nutrientes del medio. Además, la descomposición por bacterias de los tejidos vegetales de las algas muertas provoca la disminución rápida del oxígeno disponible, lo que favorece el desarrollo de procesos anóxicos que generan compuestos tóxicos para muchos organismos (como el ácido sulfhídrico H2S). En el medio terrestre, la acumulación excesiva de nutrientes favorece el desarrollo de especies oportunistas en detrimento de las preexistentes.
LLUVIA ÁCIDA (ACIDIFICACIÓN): La disminución del pH del suelo o el medio hídrico a consecuencia de la emisión de sustancias ácidas como los compuestos de azufre (SOx), los compuestos de nitrógeno (NOx y NH4), ácido clorhídrico, etc.
SMOG FOTOQUÍMICO: La formación de contaminantes atmosféricos que se acumulan en las partes bajas de la atmósfera urbana y que pueden ocasionar problemas respiratorios, irritaciones de las mucosas o de los globos oculares, etc. Estos contaminantes pueden ser primarios (derivados directamente de las actividades humanas) o bien secundarios (derivados de los primarios tras sufrir una serie de reacciones en presencia de la luz solar).
Ciertamente la relación entre los productos y servicios y el medio ambiente no se limita únicamente al momento en que son producidos, utilizados o cuando se convierten en residuos, sino que se extiende aguas arriba y aguas abajo abarcando todo su ciclo de vida. Considerar las categorías de impacto ambiental en el momento del diseño ayudará a reducir el impacto ambiental del producto y servicio. Actuemos con una visión de ciclo de vida y así aceleraremos la transición hacia un desarrollo sostenible.
Este artículo se ha elaborado en el marco del proyecto de EEN-SEIMED financiado por la Red Enterprise Europe Network 2022, de la Unión Europea.

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