
La gestión de las aguas residuales industriales es un aspecto fundamental para garantizar la sostenibilidad ambiental, el cumplimiento normativo y la eficiencia operativa de cualquier actividad productiva. Las industrias generan aguas con características muy variables dependiendo de los procesos que realizan, por lo que el tratamiento debe adaptarse a cada caso. Un buen sistema de depuración permite reducir la contaminación, recuperar recursos, minimizar costes y disminuir el impacto sobre los ecosistemas. Apostar por una adecuada gestión del agua, es sin duda un buen camino para acercarse a la sostenibilidad.
Las aguas residuales industriales son aquellas que provienen del uso del agua en los procesos productivos, limpieza de instalaciones, enfriamiento, transformación de materias primas o generación de subproductos. Su composición química puede variar ampliamente:
Estas características hacen necesario aplicar tratamientos especializados antes de verterlas a cauces naturales, alcantarillado o reutilizarlas.
De dónde viene el agua que entra y se usa en una empresa (agua de red, pozo propio, pluvial, de reutilización, …). La gestión del agua en una industria no sólo se limita al tratamiento final, sino que debe concebirse como un sistema completo que integre:
a) Minimización en origen
Reducir la generación de aguas residuales desde el diseño del proceso. Esto incluye:
Optimización del consumo de agua.
Sustitución de productos químicos por alternativas menos contaminantes.
Automatización de procesos para evitar derrames y pérdidas.
b) Segregación de corrientes
No todas las aguas requieren el mismo nivel de tratamiento. Utilizar el adecuado sistema de acondicionamiento y tratamiento final de las aguas es un atarea importante para poder eficaces en la gestión del agua. Separar corrientes limpias, poco contaminadas, peligrosas o con características específicas reduce enormemente costes y complejidad.
c) Reutilización interna
La implantación de circuitos cerrados, torres de refrigeración, recirculación de agua de lavado o procesos de regeneración permite disminuir el consumo total, pero se ha de evaluar el acondicionamiento de las aguas para que tengan un nivel óptimo de calidad.
d) Tratamiento y depuración
Es el conjunto de operaciones físicas, químicas y biológicas destinadas a eliminar contaminantes, con el finde reducir al máximo y verter aquella fracción final de las aguas residuales cumpliendo los requisitos exigidos por la legislación vigente y que le sea de aplicación a la empresa.
Los sistemas de tratamiento se seleccionan según la carga contaminante, el caudal y la normativa aplicable. Pueden clasificarse en:
a) Tratamientos físicos
Tamizado y desbaste: retención de sólidos gruesos.
Desarenado: eliminación de arenas y materiales pesados.
Flotación y decantación: separación de sólidos y grasas.
Filtración: retención de partículas más finas.
Estos procesos suelen ser la “primera línea” de tratamiento.
b) Tratamientos físico-químicos
Se aplican para eliminar sólidos coloidales, aceites, grasas, metales o compuestos difíciles.
Coagulación-floculación (uso de reactivos para juntar partículas).
Neutralización (ajuste del pH).
Oxidación química (peróxidos, ozono, permanganato).
Precipitación de metales pesados.
Intercambio iónico y adsorción con carbón activo.
Estos tratamientos permiten cumplir límites estrictos y reducir la toxicidad de los vertidos.
c) Tratamientos biológicos
Especialmente útiles para aguas con carga orgánica biodegradable.
Lodos activados.
Biorreactores de membrana (MBR).
Filtros percoladores.
Digestión anaerobia (produce biogás aprovechable energéticamente).
Lagunas aireadas.
La biotecnología aplicada al agua ha avanzado mucho, permitiendo sistemas más compactos, eficientes y automatizados.
d) Tecnologías avanzadas
Las industrias con requerimientos de alta calidad recurren a tratamientos terciarios o de regeneración:
Ultrafiltración (UF)
Ósmosis inversa (OI)
Nanofiltración
Electrocoagulación
Procesos de oxidación avanzada (POA)
Desinfección UV u ozono
Estas tecnologías hacen posible la reutilización del agua en procesos industriales, riego o incluso recarga de acuíferos, conforme a normativas específicas.
Cada vez más industrias buscan valorizar el agua residual tras su tratamiento. Esto aporta beneficios ambientales, regulatorios y económicos:
Sectores como el agroalimentario, químico, papelero o metalúrgico ya integran estrategias de reutilización interna.
Normativa aplicable.
En España, el marco legal es exigente e incluye:
· Ley de Aguas y su reglamento.
· Directiva Marco del Agua de la UE.
· Normas sectoriales (alimentación, farmacéutica, química…).
· Autorizaciones de vertido concedidas por las confederaciones hidrográficas o gestor del alcantarillado.
El incumplimiento puede conllevar sanciones económicas, paralización de actividades y daños reputacionales.
Busca y asegúrate que legislación es aplicable a tu empresa.
A modo de Conclusión
La gestión y el tratamiento de las aguas residuales industriales ya no se entienden como una obligación aislada, sino como una estrategia integral ligada a la sostenibilidad, la eficiencia y la competitividad. Las industrias que apuestan por tecnologías limpias, reutilización del agua y depuración avanzada pueden reducir costes, minimizar riesgos y mejorar su desempeño ambiental. En un contexto global marcado por la escasez hídrica y la transición ecológica, la correcta gestión de las aguas industriales es una pieza clave para el futuro del sector productivo y de nuestra sociedad.
Este artículo se ha realizado en el marco de la Resolución de IVACE+i de concesión de una subvención al Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana, para el fomento de la Sostenibilidad en el año 2025.
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