10 consejos para reducir el consumo energético en tu pyme 

Sabemos que estar al frente de una pyme no es poca cosa.  

Entre cuadrar cuentas, lidiar con proveedores y mantener al equipo motivado, hay decisiones que se van dejando de lado. 

Pero, seamos honestos, ¿ya te has detenido a pensar cómo reducir el consumo energético sin comprometer la operación diaria? 

Porque ese gasto silencioso en electricidad puede estar drenando más recursos de los que imaginas. 

Así que en este artículo vas a encontrar 10 consejos realistas para empezar a ahorrar dinero que podrías invertir mejor. 

¿Te animas a descubrir cómo hacer más con menos? 

 1.- Apaga lo que no uses 

En realidad, parece algo básico, pero ¿sabes cuántas pymes pierden dinero cada mes por dejar encendidos equipos que no están en uso? Muchísimas. 

Y no estamos hablando solo de ordenadores o luces, sino también de impresoras, cafeteras, cargadores, pantallas y hasta ventiladores que siguen funcionando aunque nadie los necesite. 

Ahora bien, no queremos que conviertas la oficina en un cuartel general con alarmas y recordatorios cada cinco minutos. 

Se trata de generar hábitos, como por ejemplo dejar una lista visible con los equipos que deben apagarse o asignar una “persona encargada del cierre” que revise todo antes de salir. 

2.- Cierra el grifo energético de los espacios vacíos 

La idea es que empieces por lo básico, como un inventario de los espacios que no se usan a diario. 

No hace falta un estudio técnico, basta con observar durante una semana qué zonas están la mayor parte del tiempo desocupadas. 

A veces son lugares obvios, como una antigua oficina que quedó libre tras una reorganización; otras, menos evidentes, como un pasillo que solo se transita un par de veces al día. 

3.- Ahorra energía sin sacrificar confort 

Por ejemplo, si tu jornada empieza a las 9:00, basta con que el sistema se active 30 minutos antes. 

Y si cierras a las 18:00, apágalo a las 17:30: la temperatura se mantendrá estable sin gastar de más. 

Además, mantener el termostato entre 20 °C y 21 °C en invierno, y entre 24 °C y 26 °C en verano, ayuda a reducir el consumo hasta en un 7 % por cada grado de diferencia. 

4.- Optimiza la iluminación 

Muchas veces se piensa que ahorrar energía implica grandes inversiones o cambios drásticos, pero con ajustes sencillos se pueden lograr resultados sorprendentes. 

Lo primero que debes hacer es cambiar las bombillas tradicionales por tecnología LED. 

Sí, es un consejo básico, pero la diferencia es enorme. Consumen hasta un 80 % menos y duran mucho más, lo que significa menos sustituciones, menos mantenimiento y una factura más baja mes tras mes. 

5.- Monitoriza tu consumo energético 

No se trata solo de apagar luces o apagar equipos al final del día, sino de tener datos claros que muestran qué áreas, máquinas o procesos están generando un gasto elevado o innecesario. 

Para ello, hoy existen soluciones accesibles y fáciles de implementar, que te permiten ver en tiempo real el consumo desde una app o un panel web. 

Además, muchas pymes que empiezan a monitorizar consiguen reducir su factura hasta un 20 % solo con ajustes simples. 

6.- Concienciación medioambiental 

No se trata solo de cumplir con una moda o marcar un check en la lista de responsabilidades. 

Es mucho más que eso, es entender que cada acción, por pequeña que parezca, impacta en el planeta y, de rebote, en tu negocio. 

Ahora, ojo, que no hace falta que te vuelvas loco con cambios drásticos ni inversiones gigantescas. La clave está en ir paso a paso, involucrar a tu equipo y cambiar hábitos que, en conjunto, tienen un efecto considerable.  

Además, si logras que tu personal entienda el “por qué” detrás de estas acciones, verás cómo el compromiso crece. 

7.- Contratar la tarifa de luz adecuada 

De hecho, no todas las tarifas eléctricas son iguales ni sirven para todas las empresas. 

Depende mucho del perfil de consumo que tengas. ¿Tu negocio funciona todo el día o solo unas horas? ¿Tienes picos de demanda en ciertos momentos o tu uso es más estable? 

Entender esto es la base para escoger una tarifa que se adapte y, de paso, reduzca tu factura sin complicarte la vida. 

Otra cosa a tener en cuenta es el término de potencia, que es lo que pagas por la capacidad máxima que puedes consumir. 

En ocasiones, muchos negocios invierten de más por tener una potencia que realmente no necesitan. Una revisión con un buen asesor puede ayudarte a realizar un ajuste y bajar la factura. 

8.- Ahorrar energías en los equipos de oficina 

¿Cuántas veces has salido de la oficina dejando el ordenador encendido? ¿O has visto que las impresoras siguen parpadeando en modo reposo toda la noche? 

Estos pequeños hábitos, repetidos a diario, tienen un impacto directo en la factura eléctrica. 

Apagar completamente ordenadores, monitores, impresoras y hasta cargadores al final de la jornada es una de las medidas más eficaces para empezar a recortar ese gasto invisible. 

Otro punto que suele pasarse por alto es el consumo fantasma, ese que generan los dispositivos conectados aunque estén apagados. 

Para evitarlo, lo más práctico es usar regletas con interruptor o enchufes inteligentes que corten automáticamente la corriente cuando no se necesitan. 

9.- Aprovechar la luz natural 

Un primer paso es organizar el espacio de trabajo para que los puestos se ubiquen cerca de las ventanas. 

A esto le puedes sumar cortinas claras o estores traslúcidos que dejan pasar la claridad sin comprometer la privacidad. 

Incluso algo tan básico como elegir colores pasteles para las paredes, escritorios o suelos ayuda a reflejar mejor la luz natural y a crear un ambiente mucho más luminoso y agradable. 

10.- Instalar sensores de movimiento 

Estos sensores activan automáticamente la iluminación solo cuando detectan presencia y la apagan después de un tiempo sin movimiento. 

El resultado se traduce en un ahorro energético inmediato sin depender de que alguien recuerde apagar el interruptor. 

Además, hoy en día existen equipos ajustables que te permiten definir la sensibilidad del movimiento, el tiempo de encendido y el nivel de luz ambiente necesario para activarse. 

Como ves, reducir el consumo energético en tu pyme no es solo una decisión inteligente desde el punto de vista económico, también es un compromiso real con la sostenibilidad y la eficiencia operativa. 

Si decides aplicar estos 10 consejos, es importante que recuerdes que no requiere grandes inversiones, pero sí una visión clara, voluntad de cambio y liderazgo consciente. 

Por supuesto que cada pequeño ajuste, desde aprovechar mejor la luz natural hasta formar al equipo en buenas prácticas, suma. 

Y cuando una empresa optimiza sus recursos, gana en competitividad, reputación y resiliencia. 

Este artículo se ha realizado en el marco de la Resolución de IVACE de concesión de una subvención al Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana, para el fomento de la Sostenibilidad en el año 2025.