
Hoy, más que nunca, las herramientas digitales para medir y mejorar la sostenibilidad de tu empresa se han convertido en una necesidad.
Sobre todo porque el mundo avanza hacia modelos más responsables y las organizaciones que no se adaptan corren el riesgo de quedarse atrás.
Muchas empresas quieren ser sostenibles, pero no saben por dónde empezar. Y aquí viene la parte más incómoda: no basta con decir que tu organización “cuida el medioambiente”.
Los clientes, los inversores y hasta tus propios empleados esperan hechos y no promesas.
Por eso, la sostenibilidad dejó de ser un discurso y pasó a ser un criterio de gestión, ya que sin datos concretos y herramientas adecuadas, cualquier estrategia se queda corta.
Lo que más nos gusta es que la tecnología está de tu lado.
En la actualidad existen plataformas inteligentes que te permiten evaluar tu consumo energético, reducir emisiones, optimizar recursos y comunicar resultados con transparencia.
En este artículo te las presentamos para que puedan transformar tu gestión ambiental y dar los pasos hacia una sostenibilidad medible, real y estratégica.
Si diriges una pyme, es probable que ya sepas que hablar de sostenibilidad no es solo una cuestión de imagen.
En realidad, es una forma de garantizar que tu negocio crezca sin agotar los recursos que necesita para seguir funcionando.
Pero hay algo que muchas empresas pasan por alto: no se puede mejorar lo que no se mide. Y ahí es donde entran en juego las herramientas digitales.
Medir la sostenibilidad no se trata de “ser más ecológico”, sino de ser más inteligente con los recursos.
Por eso, cuando una pyme evalúa su consumo energético, su huella de carbono o la eficiencia de sus operaciones, descubre puntos de mejora que se traducen directamente en ahorro.
Por ejemplo, optimizar el uso de energía o minimizar residuos no solo reduce el impacto ambiental, sino que también disminuye los gastos operativos.
Además, las herramientas digitales permiten monitorizar estos indicadores en tiempo real y tomar decisiones basadas en datos.
Hoy la sostenibilidad pesa más que nunca en las decisiones de compra y de inversión.
Los consumidores buscan marcas responsables, los socios prefieren empresas coherentes con sus valores y los inversores apuestan por compañías con visión a largo plazo.
Cuando una pyme puede demostrar con datos su compromiso ambiental, gana credibilidad. Y no hablamos solo de publicar un informe bonito, sino de mostrar resultados reales respaldados por métricas.
Por eso, si tu objetivo es crecer con propósito, cuidar tus recursos y fortalecer la confianza de quienes creen en tu marca, medir tu sostenibilidad es el primer paso.
Porque lo que no se mide no se puede mejorar; y lo que no se mejora termina quedándose atrás.
Cuando una empresa decide tomarse en serio su compromiso ambiental, el primer paso es medir con precisión su impacto.
Ahí es donde entran en juego las herramientas digitales. Estas soluciones no solo permiten recopilar datos, sino interpretarlos, entenderlos y transformarlos en acciones concretas.
Veamos algunas de las más útiles para quienes quieren pasar del discurso a los resultados:
Muchas organizaciones aún no miden su huella de carbono de forma sistemática.
Aquí entran plataformas como Normative, Greenly o SustainaBase, que calculan emisiones directas e indirectas, identifican los principales focos de impacto y generan reportes alineados con estándares internacionales como el GHG Protocol.
Lo interesante es que estas plataformas no solo te muestran números; también ayudan a entender qué áreas de tu operación están emitiendo más y cómo reducirlas.
Sin duda, la energía es uno de los recursos más críticos (y costosos) en cualquier empresa.
Por eso, contar con un software que permita monitorizar en tiempo real el consumo energético puede marcar una gran diferencia.
Herramientas como DEXMA, EnergyCAP o EcoStruxure de Schneider Electric ofrecen visualizaciones detalladas, alertas de consumo excesivo y análisis comparativos entre sedes o equipos.
¿La ventaja?
Puedes detectar fugas, ineficiencias o patrones de uso que antes pasaban desapercibidos. Además, muchos de estos software se integran con sensores IoT, lo que permite automatizar ajustes y optimizar el uso energético sin intervención manual.
¿Alguna vez te has preguntado cuál es el impacto ambiental total de tu producto, desde la extracción de materias primas hasta su disposición final?
El análisis de ciclo de vida (LCA) responde justo a eso.
Aplicaciones como SimaPro, OpenLCA o GaBi modelan cada etapa del ciclo de vida de tus productos para así obtener métricas como la huella hídrica, el potencial de calentamiento global o el uso de recursos naturales.
Este tipo de análisis es clave si estás en manufactura, diseño de productos o incluso en servicios que dependen de insumos físicos.
Si tu empresa está empezando a reportar bajo criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza), entran en juego plataformas como ESG Suite de aggity, Sustainalytics o Datamaran, que automatizan la recopilación, consolidación y el análisis de esos datos.
Lo que hace valiosas a estas herramientas no es solo el reporte en sí, sino la capacidad de crear informes auditables, alineados con marcos como el CSRD o la Taxonomía de la UE.
Incluso muchas ayudan a calcular emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) -alcances 1, 2 y 3-, visualizar el progreso hacia tus objetivos y detectar áreas de mejora.
¿Sabes qué pasa con los residuos que genera tu empresa? Pues, los gestores digitales como RecySmart, SmartWaste o Circular IQ sirven para controlar, optimizar y reportar el manejo de residuos con enfoque circular.
Estas herramientas no solo ayudan a cumplir con normativas locales, sino que te dan visibilidad sobre oportunidades de reutilización, reducción de desperdicio y alianzas con proveedores más responsables.
La logística es uno de los grandes focos de emisiones en muchas empresas, especialmente si trabajas con distribución, importación o transporte interno.
Soluciones como SmartWay, Project44 o BigMile son útiles para optimizar rutas, reducir consumo de combustible y medir la huella de carbono de cada trayecto.
Lo interesante es que no necesitas cambiar toda tu flota para empezar. Estas herramientas se integran con tus sistemas actuales y te muestran dónde puedes mejorar, desde consolidar envíos hasta elegir proveedores más eficientes.
Por ejemplo, optimizar rutas y la gestión del transporte -incluido el traslado de mercancías que requieren control de temperatura- reduce emisiones y costes sin sacrificar la calidad del servicio.
Las decisiones de compra tienen un impacto enorme en la sostenibilidad de cualquier empresa.
Plataformas como Ivalua y soluciones de procurement digital están diseñadas para ayudarte a elegir proveedores que cumplan con criterios éticos, ambientales y sociales.
No se trata solo de ahorrar costes, sino de construir cadenas de suministro más resilientes y alineadas con tus valores.
Estas herramientas evalúan riesgos, verificar certificaciones y priorizar proveedores que respetan derechos laborales, reducen emisiones y promueven prácticas circulares.
El agua es uno de los recursos más críticos y, a menudo, menos monitorizados. Aplicaciones como SQUAIR o el software de gestión hídrica de AMCS Group son útiles para detectar fugas, optimizar el uso y reducir desperdicios.
Si tu empresa opera en zonas con estrés hídrico o tiene procesos que dependen del agua, estas apps no solo ayudan a ahorrar, sino que te posicionan como parte de la solución.
¿Tu empresa tiene oficinas, plantas o centros logísticos? Entonces el consumo energético de tus edificios importa.
Las propuestas basadas en IoT -como las que expone Schneider Electric– o plataformas como TICNUS permiten automatizar iluminación, climatización y otros sistemas para reducir el consumo sin afectar el confort.
Además, puedes integrar sensores que ajustan el uso según la ocupación, el clima o la hora del día. Esto no solo mejora tu eficiencia energética, sino que también minimiza costes operativos y emisiones.
¿Cómo saber si vas por buen camino? Las herramientas de benchmarking en sostenibilidad, como las que propone mentorDay o FasterCapital comparan tus métricas con las de otras empresas del sector.
Puedes analizar desde consumo energético hasta políticas de diversidad, y descubrir dónde estás fuerte y dónde debes mejorar.
Este tipo de comparación te da perspectiva, te ayuda a fijar objetivos realistas y sirven para comunicar tus avances con mayor credibilidad.
Como ves, escoger entre tantas herramientas digitales para medir y mejorar la sostenibilidad de tu empresa puede ser un reto.
Y no porque falten opciones, sino porque no todas se adaptan igual a las necesidades de cada organización.
Lo importante no es tener “la más popular”, sino la que realmente funcione para tu modelo de negocio, tus recursos y tus objetivos ambientales.
Antes de lanzarte a probar cualquier plataforma, vale la pena detenerse un momento y pensar en tres cosas que marcan la diferencia:
Ahora, hablemos de casos reales. Porque sí, las pymes también están usando herramientas digitales para medir y mejorar la sostenibilidad, y lo están haciendo de forma inteligente.
Descubrieron que algunos insumos venían de cadenas con prácticas poco éticas y cambiaron a productores locales con certificaciones ambientales.
Esto no solo mejoró su impacto, sino que fortaleció su marca frente a clientes conscientes.
Con una inversión moderada, lograron disminuir sus emisiones de CO₂ y mejorar sus tiempos de entrega. Además, ahora pueden reportar estos avances en sus informes ESG.
Si algo ha quedado claro es que la sostenibilidad ya no puede verse como una tendencia pasajera, sino como un compromiso real con el futuro.
Las herramientas digitales para medir y mejorar la sostenibilidad de tu empresa son, en esencia, el puente entre la intención y la acción.
Permiten entender con precisión qué está funcionando, qué no y, sobre todo, hacia dónde conviene dirigir los esfuerzos.
Es cierto que cada empresa tiene su propio punto de partida. Algunas están dando los primeros pasos y otras ya tienen una estrategia más madura.
Lo importante es entender que avanzar hacia la sostenibilidad no tiene por qué ser un proceso complejo o costoso; lo que hace falta es voluntad, visión y las soluciones adecuadas.
En definitiva, la sostenibilidad no es solo un objetivo empresarial: es una forma de construir valor a largo plazo.
Y la tecnología, bien utilizada, se convierte en ese motor silencioso que impulsa el cambio.
Este artículo se ha realizado en el marco de la Resolución de IVACE de concesión de una subvención al Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana, para el fomento de la Sostenibilidad en el año 2025.
¿Eres un proveedor de soluciones de sostenibilidad y quieres aparecer en este portal?
¿Eres una empresa y no encuentras lo que estás buscando?
Recibe cada dos semanas todas las novedades sobre sostenibilidad empresarial.