Acreditación como fuente de seguridad

La certificación de productos eléctricos y electrónicos no se limita a la capacidad de comercializarlos, sino que acredita también la protección del consumidor y la garantía de la calidad y seguridad de dichos productos en el mercado. La certificación supone un trabajo crucial para las empresas fabricantes de equipos y aparatos, ya que deben acreditar la validez y seguridad de sus productos.

En el caso de aparamenta de alta tensión, serían aisladores, transformadores, cables, celdas, entre otros. Para poder acreditar este tipo de productos, es indispensable contar con la experiencia de centros tecnológicos como el Centro Tecnológico de la Energía (ITE), que realizan los ensayos pertinentes para certificar que los productos eléctricos cumplen con los requisitos exigidos por las normativas. Además, el ITE cuenta con infraestructura de vanguardia y laboratorios acreditados por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), entre los que se encuentran los de Alta Tensión (en ITE y Universitat Politécnica de Valencia, UPV) y el de ARCO (donde certifica equipos de protección individual, EPIs).

Para realizar este tipo de estudios tan específicos, es necesario aplicar diferentes tipos de ensayos. El ITE es centro tecnológico de referencia en el sector energético y pone todas sus capacidades a disposición de las empresas para que estas puedan certificar sus productos. Entre los ensayos disponibles se encuentran los ensayos de materiales, cables con aislamiento extruido, máquinas eléctricas (motores, transformadores…), aisladores, equipos de protección de iluminación, instalaciones de prueba y pruebas de EPI.

¿Cómo realizar las pruebas para obtener los certificados?

Desde el ITE se ofrece a las empresas la certificación legal de sus productos mediante estructuras que posibilitan la creación de escenarios controlables, logrando así una mayor eficiencia y rendimiento, a la vez que proporciona una visión más detallada y real de sus funcionamientos.

El objetivo de realizar estos estudios es que tanto empresas como usuarios puedan comercializar y utilizar los productos, respectivamente, de manera fiable y segura. Para la industria, es esencial contar con este tipo de certificados que acreditan sus equipos y funcionamientos.

Entre las iniciativas de I+D+i dedicadas a las redes eléctricas del futuro, el ITE ha desarrollado diferentes proyectos destinados a mejorar las prestaciones y robustez del servicio. Es el caso de proyectos como Emuflex y Resain con expediente IMAMCA/2023/9, ha sido financiado por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) mediante convenio de I+D con la Generalitat Valenciana dentro de las ayudas dirigidas a centros tecnológicos de la Comunitat Valenciana.

El primero aborda la investigación y desarrollo de una solución que dé respuesta a las necesidades de nuestro entorno de un modo completamente alineado con las empresas proveedoras de tecnologías que intervienen en la producción y gestión de energía renovable en diferentes eslabones de la cadena de valor, aportando el conocimiento necesario al mercado para contribuir a los nuevos retos de la Unión Europea.

Mientras que el segundo se centra en desarrollar herramientas para mejorar la fiabilidad y seguridad de la operación de sistemas electrónicos de potencia, así como favorecer su integración en la red de alterna de Baja Tensión.

Este artículo se ha realizado en el marco de la Resolución de IVACE+i de concesión de una subvención al Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana, para el fomento de la Sostenibilidad y Desarrollo Sostenible en el año 2024.