El exceso de dióxido de carbono en la atmósfera es producido por el ser humano. La mayor parte de este viene de la quema de combustibles fósiles.

Ante la dificultad de eliminar estas actividades tan insertas ya en nuestra sociedad, expertos abogan por la eliminación de los gases de efecto invernadero a posteriori.

El sector de la construcción basado en el cemento es una de las principales fuentes de los gases de efecto invernadero tan perjudiciales para nuestro planeta y la flora y fauna de este.

Según la Agencia Internacional de la Energía (IEA) el cemento es el causante de hasta el 7% de todo el CO₂ que se emite a la atmósfera por causa humana.

Por ello, muchos proyectos han abierto propuestas para que el proceso de creación de cemento sea diferente. Abajo podrás leerlo en detalle.

Por otro lado, otra institución como es el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha afirmado que en efecto, reduciendo el sector de la construcción estaríamos más cerca de una atmósfera compatible con la vida en la Tierra.

CAC son las siglas de Captura y Almacenamiento de dióxido de Carbono. Y se podrá aplicar en las emisiones provenientes de centrales eléctricas y plantas industriales. Para que comprendas el funcionamiento debes saber que hay tres pasos:

Alguno de los objetivos del CAC es que para el año 2030 se hayan almacenado al menos 21.400 millones de toneladas. Una cifra que ahora mismo parece muy lejana.

Por otro lado, el CAUC es un paso más allá de reciente creación. Consiste en añadir a la captura, transporte y almacenamiento de dióxido de carbono, el uso y la transformación de este gas de efecto invernadero.

Fundamentalmente está destinado a la sustitución de la mayoría de bienes y productos que se fabrican necesariamente con la participación del CO₂ por otros más sostenibles a largo plazo.

Dreamcatcher es el nombre de un proyecto que ha relacionado el almacenamiento de dióxido de carbono con beneficios económicos. En concreto, con vender créditos. La idea es ubicar este lugar de captura de CO₂ en Escocia y que capture unos 100 dólares por tonelada.

Así, sería rentable a nivel comercial. Aunque aproximadamente el precio rondaría entre los 500 y 600 dólares por tonelada.

Por otro lado, a veces la clave está solo en cambiar el proceso sin afectar de forma negativa a la economía. Un ejemplo es lo propuesto para el sector de la construcción: transformar el CO₂ en estado gaseoso por carbonatos de material sólido. De ese modo se reducirán las emisiones, pero hay algo más; es más económico.

O sea, se dirigiría el dióxido de carbono desde las chimeneas de la fábricas hacia una cámara específica. Esta debería ser como un horno de convección, en el sentido de que volvería líquido ese CO₂ que entrase. Se crearía un material sólido de cemento rico en carbono sin tener que verterlo a la atmósfera.

Hay más propuestas recientes pero menos estudiadas que probablemente en un futuro comiencen a desarrollarse en esta lucha por combatir las emisiones de CO₂ antropogénicas: