Un buen clima laboral es fundamental para los empleados, para los becarios, para los jefes de departamento, hasta para el o la CEO. Un clima laboral determina el rendimiento, la productividad y también… nuestra felicidad.
Y es que en el trabajo pasamos 8 horas o más, es decir, la tercera parte de nuestro tiempo está en nuestra oficina o en el sitio de trabajo, por eso un clima laboral de calidad es sinónimo de calidad de vida y salud mental.
El clima laboral es una sensación, pero dicho de este modo parece muy intangible y difícil de medir. En cambio, si empezamos a desgrabar el clima laboral, vemos que es más sencillo.
El clima laboral se mide por el salario, la comunicación o relaciones que existen entre los diferentes agentes de la empresa y los valores o emociones que transmite la compañía.
Y las tres patas son fundamentales, si una falla, todo lo demás, se cae.
Por ejemplo, si un empleado encontrara una empresa con sus mismos valores y además tuviese una buena relación con sus compañeros, pero el salario estuviera por debajo de lo que espera, no tardaría mucho en buscar otro lugar.
Lo mismo ocurre si el salario es bueno, pero el día a día con los compañeros o jefes resulta tedioso. Por ello, hay tres aspectos esenciales.
Sin una buena comunicación, los empleados son menos efectivos, menos productivos y cometen más errores. Además, con fallos en la comunicación pueden surgir muchos problemas que arruinen las buenas relaciones.
También, si no existe una buena comunicación interdepartamental se pueden cometer graves errores en los productos o servicios que brinda la empresa. Y por otro lado, si existe una mala comunicación entre empleados y jefes, estos pueden sentirse poco valorados o poco reconocidos. También, pueden cometerse muchas injusticias.
La comunicación, o el feedback, es decir, la comunicación fluida y en doble dirección es crucial para el rendimiento. La ayuda de un mentor puede ayudarnos a escalar y seguir creciendo.
Por ejemplo, establecer unas metas claras, unos objetivos y que exista comunicación sobre el desempeño de cada empleado ayuda a crear motivación.
Para valorar si en España existe un buen clima laboral en este sentido se han arrojado algunas preguntas a los empleados como: “¿tu responsable te comunica en qué aspectos has mejorado?”, “¿tienes claro tu papel en la empresa?”, “¿hay metas definidas y conoces si te acercas o alejas de ellas?”, etcétera.
En este sentido, los datos dicen que entre el 60 y el 80% de los españoles están conformes con al forma de comunicación de su empresa. No existen grandes diferencias en cuanto a edad, a excepción de los hombres mayores de 53 que son los que mejor puntúan. Y no parece haber grandes diferencias en cuanto a sexo.
Por supuesto, el salario es una de las patas que definen un buen clima laboral, pues un empleado que considera que no se le paga de acuerdo a su actividad, responsabilidades o conocimientos, será un empleado menos enérgico, menos comprometido con la empresa, y menos productivo.
Para averiguar si en España los trabajadores y trabajadoras están de acuerdo con el salario percibido se han lanzado las siguientes cuestiones: “¿Consideras que en esta empresa las personas reciben un sueldo adecuado?”, “¿te sientes satisfecho con tu remuneración?” y “¿se ajusta el salario a tus competencias y funciones?”.
Las respuestas arrojan una conclusión clara, cuanta mayor es la edad de la persona, más conforme se encuentra con su salario. De esto se puede concluir que o bien los jóvenes sobrevaloran sus conocimientos o bien, las empresas menosprecian salarialmente a sus trabajadores más jóvenes.
De los menores de 30 años, menos del 50% estaba de acuerdo con su salario. En cambio, entre aquellos comprendidos en edades entre 30 y 53, más del 50% estaba conforme y la cifra es aún más elevada entre los mayores de 53, pues el 60% se siente satisfecho.
Pero también el sexo influye. Las mujeres menores de 30 son las que perciben que su salario es más bajo en relación a sus capacidades y conocimientos, es decir, son las que están más descontentas. En gran contraposición a las mujeres mayores de 53, que son las que están más satisfechas, en concreto en un casi 70%.
Seguro que has oído este término cientos de veces, Hace referencia a los valores, filosofía y cultura que tiene una empresa. Estas características no solo se transmiten hacia afuera, también es algo que se percibe en los despachos y salas de reuniones.
Tampoco hay grandes diferencias por sexo o edad, únicamente las personas de mediana edad, es decir, las que se encuentran entre los 30 y los 53 años parecen ser las que menos concuerdan con los valores de su empresa, no obstante, es superior a un 65% de satisfacción, por lo que en este sentido, el clima laboral parece ser el óptimo.
Imágenes: Unsplash y Freepik
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