La responsabilidad social de la empresa es la aportación de cada empresa al desarrollo sostenible. No se limita a la acción social, ni tampoco a enumerar las acciones en favor del medio ambiente. Es una visión estratégica de decisiones y acciones que mejoran el resultado económico respetando el medio ambiente y manteniendo una relación de transparencia con los grupos de interés de cada empresa, volcándose hacia la sociedad que interactúa con ella.
Al ser una visión estratégica, debe integrarse en el modelo de gestión de cada empresa, aunque sea un autónomo o una gran empresa. No importa la dimensión, la estrategia es necesaria para que cada organización pueda desarrollarse de manera adecuada. Por ello al sistematización ayuda a las empresas a poder encajar la RSE a la agenda diaria de las empresas. Y ¿cómo empezar a sistematizar la RSE?.
A continuación se propone una serie de pasos basado en la experiencia de otros aspectos de la gestión empresarial.
Los primeros pasos que una empresa puede realizar son los siguientes:
Una empresa puede elegir el grado de profundidad y sistematización que entiende que es el adecuado para la realidad de su empresa. Habrá empresas que tras el diagnóstico diseñen y lleven a la práctica el Plan de Acción de la RSE y pueden entender que ya es suficiente. Otras, desarrollarán dicho plan en el marco de un sistema de gestión de la RSE, bien por que dispongan de experiencia en otros sistemas o bien porque así lo prefieren.
De cualquier modo, lo importante es adecuar el nivel de profundización con las posibilidades reales de la empresa. Es fundamental no transmitir a la empresa que la RSE es una “carga más” (primero calidad, luego medio ambiente, posteriormente la prevención de riesgos laborales, etc…) como tampoco una nueva “moda”.
Un Diagnóstico de situación de la RSE en una empresa es el proceso de análisis sistemático para determinar los aspectos relacionados con la responsabilidad social de la empresa definidos en el propio alcance del diagnóstico, evaluando su modo de control y gestión, analizando el grado de cumplimiento de la legislación que le sea exigible, como por ejemplo la medioambiental, de prevención de riesgos laborales y de gestión empresarial, así como de cualquier sistema de gestión (calidad, seguridad, medio ambiente, etc) que la empresa disponga o haya suscrito.
En la actualidad existen diversas guías y una metodologías concretas para realizar un diagnóstico de RSE, aunque se puede efectuar con un método semejante a los Diagnósticos ambientales y/o de otros sistemas (calidad, seguridad, prevención de riesgos laborales, auditorias de cuentas, etc, …).
Como consecuencia de la realización del diagnóstico de situación de la RSE, se obtiene un documento de partida donde se han identificado todas las acciones, necesidades y oportunidades de mejora, permitiendo a la empresa planificar y ejecutar las acciones que considere oportunas. Este documento será la base del Plan de Acción de la RSE.
Este segundo paso tiene como fin prioritario el ordenar las diferentes actuaciones en RSE que la empresa esté realizando, así como un programa de actuación donde se desarrollen de manera concreta las diferentes actuaciones en el marco de dicho Plan.
Se definirán los objetivos y las metas que se pretende y se integrará en las líneas estratégicas de la empresa. Se asociaran necesidades de recursos, acciones, personas/responsables y presupuesto, desplegado en un marco temporal definido. Es un documento sencillo y concreto. En definitiva, es una planificación temporal de las diferentes oportunidades de actuación en materia de RSE que se ha podido detectar en el Diagnóstico.
Si se quiere dar un paso más adelante, y tras un convencimiento total por parte de la dirección, e involucrando a todos los miembros de la empresa, se puede iniciar la implantación de un sistema de gestión de la RSE.
En la actualidad, este sistema no está normalizado, pero se puede diseñar con la experiencia que se tiene en el tema de calidad, medio ambiente y prevención de riesgos laborales, de esta manera se integrará en el mismo y habitual sistema de gestión de la empresa.
Un sistema de gestión de la RSE se debe entender como aquella parte del sistema general de gestión que comprende la estructura organizativa, las responsabilidades, las prácticas, los procedimientos, los procesos y los recursos para determinar y llevar a cabo la política de responsabilidad social de la empresa.
En el marco de este sistema de gestión se desarrollará el Plan de Acción de RSE. Este sistema de gestión de la RSE también se basará en el ciclo de mejora continua del Dr. W.E. Deming, con el fin de facilitar la integración con el resto de los sistemas de gestión:
El ciclo de Deming para los sistemas de gestión medioambiental se iniciaría con la realización de una revisión inicial (Diagnóstico de situación de la RSE) y la definición de una política de RSE como pasos previos al propio desarrollo del sistema de gestión ambiental.
Así pues, una vez realizada el Diagnóstico de Situación inicial de la RSE y formalizada una Política de RSE, se inicia el ciclo. En primer lugar se debe planificar. Esta planificación incluirá la identificación de los aspectos propios de la RSE, los requisitos aplicables, y el establecimiento de objetivos y metas, incluidos en el Plan de Acción de la RSE (2º paso, anteriormente comentado).
El siguiente paso sería la ejecución o implantación y funcionamiento del sistema, ejecución que está condicionada por la distribución de responsabilidades, formación, establecimiento de controles, etc.
La siguiente fase de verificación permitirá controlar el cumplimiento de objetivos y requisitos que la empresa ha suscrito, así como evidenciar las acciones de RSE realizadas.
La última etapa es la correspondiente a la revisión. En esta etapa se analizarán los resultados de la verificación, identificándose aquellas acciones que deban acometerse.
En definitiva, la implantación de un sistema de gestión de la RSE supone un proceso de retroalimentación continuo, gracias al cual el sistema se mantiene operativo, dinámico y muestra su efectividad.
Con el fin de comunicar y analizar la evolución de las actividades, bien enmarcadas en el sistema de gestión de la RSE o simplemente dentro del Plan de Acción de la RSE, es conveniente implantar un sencillo sistema de indicadores de RSE.
Para ello, existen diversos modelos de indicadores entre los que destaca la Guía propuesta por el GRI (Global Reporting Initiative). El desarrollo de estos sistemas facilita la comunicación de las actuaciones de la responsabilidad social de las empresas.
La última etapa es la correspondiente a la revisión. En esta etapa se analizarán las acciones realizadas bien dentro del sistema de gestión de la RSE o del Plan de Acción de la RSE.
Como se ha comentado anteriormente, la empresa debe comunicar las actuaciones de RSE cumpliendo con un requisito básico de un sistema de RSE. Entre los diferentes modos y maneras de comunicar destaca la Memoria de Sostenibilidad. Pero pueden ser otros sistemas de comunicación menos formales, pero con un propósito determinado y enmarcados en la estrategia común de comunicación de la empresa.
Sistematizar la RSE ayudara a la empresa a no perder el tiempo, ser realmente transparente y a seleccionar adecuadamente las acciones a llevar a cabo.
Artículo realizado en el marco del proyecto ECOS, financiado por la CONSELLERÍA DE PARTICIPACIÓN, TRANSPARENCIA, COOPERACIÓN y CALIDAD DEMOCRÁTICA, de la GENERALITAT VALENCIANA.
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