Esta manera innovadora de producir, distribuir y consumir energía ha conseguido que el consumidor de energía sea más activo debido a su carácter cooperativista y que nace de la ciudadanía. Las comunidades energéticas locales (CELs) se han convertido una de las herramientas claves para fomentar la conciencia y la participación ciudadana en la transición energética.
Las Comunidades Energéticas Locales (CEL) son, según la Federación Europea de Cooperativas Energéticas (RESCoop), una manera de organizar a la ciudadanía que quiere cooperar junta en una actividad relacionada con el sector energético, con base en una participación y gobernanza abierta y democrática, y de forma que la actividad preste servicios u otros beneficios a sus miembros o la comunidad local.
En vistas a los objetivos climáticos y energéticos, además de promover la electrización de la demanda térmica y el uso de energía renovable, la edificación residencial en Europa precisa de una profunda rehabilitación. Para ello, los revestimientos con materiales que permitan un ahorro de coste energético, junto con un aprovechamiento de materiales y una disminución de la huella de carbono, ayudarán a conseguir una renovación efectiva.
Actualmente, sólo el 1% de los edificios de la UE se renueva cada año de manera eficiente desde el punto de vista energético. Con esta situación en mente, la Comunidad Europea publicó en octubre de 2020 una Estrategia “Ola de Renovación” cuyo objetivo final es duplicar la ratio de renovación energética de edificios para 2030, y que pretende formar parte de la Directiva de Eficiencia Energética de Edificios (Energy Performance of Buildings Directive, EPBD) en la propuesta de revisión que se ha llevado a cabo el pasado 16 de diciembre de 2021.
Según datos de Anfapa (Asociación fabricantes y morteros y SATE), de los 26 millones de viviendas existentes en España, 15 millones tienen más de 30 años y 6 millones tienen más de 50 años. Cuando se construyeron no existía normativa de eficiencia energética y por eso no cumplen los requisitos de habitabilidad y confort térmico.
Una manera de promover actuaciones dirigidas a mejorar la eficiencia energética de edificios es a través del modelo de comunidad energética. Una comunidad energética no se basa sólo en el consumo de renovables sino también puede incluir actuaciones colectivas dirigidas a mejorar la envolvente térmica de edificios o a poner en marcha mecanismos de gestión de la demanda.
Sin embargo, aún es necesario desarrollar herramientas que faciliten tanto el despliegue como la posterior operación de las comunidades energéticas, una labor que está llevando a cabo el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) con el desarrollo de proyectos de I+D+i como Modecel o Girecel, entre otros. Con estas investigaciones, expertos del centro tecnológico aportan soluciones a las empresas y entidades, ya que en materia de CELs, aseguran:
“Aún hay retos en este campo como la poca iniciativa de la ciudadanía, falta agilidad burocrática, poner en marcha una herramienta centralizada que monitorice la CEL y optimice su operación en su conjunto, mejorar el funcionamiento y proceso de aprobación de coeficientes dinámicos de reparto fotovoltaicos, falta un marco normativo definido, el acceso a la financiación es complejo, y cabe incrementar la comprensión por parte de la ciudadanía sobre qué es una comunidad energética y ayudarles a entender qué significa ser un sujeto activo del sistema eléctrico”.
En el caso concreto de GIRECEL, se definieron una serie de estrategias y realizaron adecuaciones de los algoritmos actuales, además de desarrollar los nuevos algoritmos de integración del nuevo modelo dinámico a partir de realizar la gestión inteligente de los recursos energéticos de las CEL. Esta gestión inteligente, pretende implementar herramientas y capacidades necesarias para la adquisición de datos y la supervisión y agregación de los datos energéticos de las distintas comunidades energéticas locales, a fin de obtener la información requerida para el desarrollo del modelo propuesto; así mismo se podrá poner a la disposición de las empresas, instituciones, o interesados de la región, la información obtenida, con la posibilidad de generar indicadores energéticos específicos y globales, que permitan el análisis y evaluación de la operación y funcionamiento de dichas comunidades energéticas y su interrelación con el medio.
En particular, a través del proyecto GIRECEL se desarrolló un nuevo modelo dinámico de las comunidades energéticas, implementó una arquitectura modular de integración de nuevos recursos energéticos, que permiten la flexibilidad ante diferentes modelos y tecnologías de estos recursos energéticos, a través de la obtención de los datos e información recibida a través de la monitorización y supervisión de las comunidades energéticas.
Modecel: El proyecto MODECEL, con expediente IMDEEA/2022/40, con solicitud de cofinanciación por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) y por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
Girecel: El proyecto GIRECEL, con expediente IMDEEA/2022/18, con solicitud de cofinanciación por el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE) y por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
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