Aunque quizá te sorprenda saberlo, existe una íntima relación entre la salud mental y el cambio climático. Cada vez más estudios apuntan a que su relación es verdaderamente estrecha y que las consecuencias parecen muy difíciles de paliar, especialmente entre los más jóvenes.
La ansiedad, el miedo, la irritabilidad, incluso el aumento de suicidios, todas estas consecuencias parecen deberse a la impotencia que sienten muchos de los ciudadanos al no poder cambiar la dirección a la que nos están llevando muchos gobiernos y asociaciones.
Esta información ha podido conocerse gracias a que aumentan las investigaciones acerca de las posibles secuelas del cambio climático más allá de la alteración de nuestro propio entorno. La propia OMS ha señalado que el cambio climático afecta a todos los aspectos de nuestra vida social, incluida la salud mental.
Cada vez se demandan más estudios en esta área ya que hasta ahora habían sido escasos los experimentos y pruebas relacionados con las consecuencias emocionales en los individuos.
Lo que se ha descubierto es que los resultados afectan a nivel del individuo, pero también al conjunto de la masa y a su comportamiento; a la sociedad.
Las sequías, las olas de calor, el peligro de algunas centrales nucleares… todo ello y también la propia conciencia pueden ser detonantes de crisis de ansiedad, estrés patológico, depresión y un largo etcétera de patologías mayormente crónicas.
La causa es la impotencia. Muchos de los individuos de la UE que han participado en las encuestas manifiestan sentir impotencia porque saben que con sus pequeños gestos no es suficiente y que los cambios relevantes no están en sus manos sino en las de los gobiernos, multinacionales, organizaciones, etcétera.
Uno de los estudios que arrojó las pruebas se hizo hace unos meses en Reino Unido. En la Universidad de Bath donde hasta 10.000 jóvenes procedentes de diferentes países eran objeto de estudio.
Casi el 50% de ellos manifestó padecer ansiedad, estrés, tristeza y/o enfado a causa de la inacción de las élites por el cambio climático.
También, en octubre de 2021 un estudio llamado Lancet Countdown demostró que las temperaturas extremas están relacionadas con alteraciones emocionales, aumento de ingresos hospitalarios por la misma causa e incluso suicidios.
Asimismo, el mismo estudio ha querido buscar en las redes para encontrar respuestas y han obtenido que durante las olas de calor los tuits tienen un tono más negativo que durante el resto de épocas. Más interacciones negativas, insultos, desacuerdos… No obstante, aseguran que es complejo medirlo.
Debido a estas nuevas investigaciones que arrojan que el cambio climático provoca en los ciudadanos fuertes sensaciones de impotencia y estrés, han aparecido nuevos términos para nombrar esta sintomatología tan específica con causas también muy concretas.
Estas son las dos más habituales hasta el momento:
Quizá por el nombre ya lo puedes adivinar. La ecoansiedad está definida como el conjunto de emociones negativas, normalmente miedo, estrés, ansiedad, etcétera, que se originan en un temor crónico a un cataclismo ambiental.
Algunos expertos aclaran que es en muchos casos una respuesta normal, pero que debemos estar alerta pues en muchos casos se transforma en una patología difícil de diagnosticar y también difícil de solucionar.
Otra de las nuevas palabras que se han acuñado a algunas de las consecuencias mentales del cambio en el medioambiente es la solastalgia. Esta es algo menos frecuente y también más específica.
La solastalgia es el miedo a que tu entorno natural desaparezca, cambie drásticamente o sea dañado. O sea, la preocupación constante e interiorizada de que el cambio climático y todo lo que ello conlleva cambiará nuestros paisajes, nuestra temperatura, precipitaciones… hasta el punto de convertirlo en un lugar diferente.
De ahí que la palabra provenga de “nostalgia”, pues es el miedo a la pérdida, a echar de menos. Este término fue acuñado ya en el 2005 cuando diferentes sujetos mostraron este cuadro de ansiedad.
El nombre lo dio el filósofo australiano Albrecht en un intento de nombrar y por tanto, mostrar las consecuencias de no proteger el medioambiente.
Sí, hay una posible solución a este estado mental y emocional que podría pronto aparecer en un porcentaje mayor de población. Según los psicólogos, la principal causa de los trastornos es la sensación de miedo.
¿Y de dónde viene este miedo? De un sentimiento de desamparo, de abandono… las personas sienten que los que gobiernan los han olvidado.
Este artículo se ha realizado en el marco del Convenio de la Resolución del Consejo de Cámaras de comercio de la Comunidad Valenciana e IVACE, en favor de la difusión de la SOSTENIBILIDAD para el año 2021.
Imágenes: Unsplash y Freepik
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