Descarbonización de los sectores: las nuevas oportunidades empresariales

En la búsqueda de soluciones para el cambio climático y la sostenibilidad, la descarbonización se ha convertido en una palabra clave en el ámbito empresarial. 

Sobre todo, porque la acción implica un cambio profundo y complejo en el modelo energético y productivo, pero también ofrece nuevas oportunidades de negocio. 

¿Te gustaría saber cómo puedes aprovechar estas opciones y convertirte en un líder de la transición hacia una economía baja en carbono?  

Si tu respuesta es sí, entonces este artículo es para ti. 

Qué es la descarbonización de la economía 

Es un concepto ligado a la lucha contra el cambio climático y la transición hacia un futuro más sostenible. 

Se refiere al proceso de reducir de forma gradual la emisión de gases de efecto invernadero, en particular el dióxido de carbono (CO2), provenientes de las actividades económicas y energéticas.  

La meta de este enfoque es mitigar las consecuencias negativas del calentamiento global al disminuir la huella de carbono de una nación o región. 

Por lo tanto, implica cambiar el modelo actual basado en el uso de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural) por otro que aproveche las fuentes de energía renovables (solar, eólica, hidráulica y biomasa) que mejore el ahorro energético. 

De ahí que la descarbonización de la economía es una cuestión prioritaria para el planeta y para el cumplimiento del Acuerdo de París, que establece como meta limitar el aumento de la temperatura media global a menos de 2°C con respecto a los niveles preindustriales y aspira a no superar los 1,5°C. 

Para ello, se requiere alcanzar la neutralidad climática en 2050, lo que significa que las emisiones netas de GEI sean cero o negativas. 

¿Por qué es importante la descarbonización? 

La descarbonización es básica para nuestro planeta y para las generaciones futuras. Aquí te explicaré por qué:  

• Es una forma de minimizar el cambio climático, que es uno de los mayores problemas que enfrenta la humanidad y que amenaza la supervivencia de millones de especies, incluida la nuestra.
• También es una oportunidad para impulsar el desarrollo sostenible, que es aquel que satisface las necesidades del presente sin comprometer las de las generaciones futuras.  
• Se trata de una responsabilidad ética y moral, ya que implica reconocer que somos parte de un sistema interdependiente y que nuestras acciones tienen consecuencias para nosotros mismos y para los demás.  
• La quema de combustibles fósiles, como el carbón y el petróleo, no solo libera CO2, sino también contaminantes atmosféricos dañinos para la salud, como partículas finas y óxidos de nitrógeno. En este sentido la descarbonización del sector energético y del transporte mejora la calidad del aire, reduciendo así enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
• Los precios volátiles del petróleo y la vulnerabilidad a interrupciones en el suministro pueden afectar la economía y la estabilidad. Con la descarbonización mediante energías renovables y fuentes locales se reduce esta dependencia.
• La descarbonización tiene un impacto positivo en la biodiversidad. El cambio climático afecta a los ecosistemas y a la vida silvestre, amenazando con la extinción de muchas especies. Al reducir las emisiones, ayudamos a proteger la diversidad biológica de nuestro planeta.
• La comunidad internacional se ha unido en pactos como el Acuerdo de París, en los que los países se comprometen a disminuir sus emisiones de CO2. Por eso es esencial cumplir con estos compromisos y abordar el cambio climático de manera colectiva.
• Reducir las emisiones de CO2 también mejora la resiliencia de las comunidades ante desastres naturales. Menos CO2 significa menos calentamiento global. 

Sectores en los que se está aplicando la descarbonización 

La descarbonización se está usando en diversos sectores de la actividad económica, con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y contribuir a la lucha contra el cambio climático. Algunos de los más relevantes son: 

• Energético. Es principal responsable de las emisiones de CO2 y debe realizar una transición hacia un modelo basado en las fuentes de energía renovables, como la solar, la eólica, la hidráulica o la biomasa. 
• Transporte. La descarbonización del transporte implica el aumento de vehículos eléctricos, la promoción de la movilidad compartida y el desarrollo de infraestructuras de carga eléctrica. También se investigan tecnologías como el hidrógeno verde y los biocombustibles avanzados.
• Edificios. Consumen el 40 % de la energía final y por lo tanto deben mejorar el aislamiento térmico, la climatización eficiente, el autoconsumo fotovoltaico y la gestión inteligente de la demanda. 
• Industrial. Debido al alto porcentaje de las emisiones globales debe adoptar medidas para reducir su intensidad energética y su huella de carbono, mediante la mejora de los procesos productivos, el uso de energías renovables, la electrificación y el hidrógeno verde.
• Agricultura. Se promueven prácticas agrícolas más sostenibles, como la agricultura de conservación y la agroforestería, que ayudan a secuestrar carbono y reducir las emisiones de metano.
• Gestión de residuos. La reducción, reutilización y reciclaje de materiales contribuyen a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a los vertederos y la incineración.
• Alimentación. Implica la promoción de dietas más sostenibles, la reducción del desperdicio de alimentos y la mejora de las cadenas de suministro. 

Las nuevas oportunidades de negocio con la descarbonización 

A medida que avanzamos hacia una economía más sostenible y baja en carbono, surgen numerosas posibilidades para innovar, prosperar y contribuir al bienestar del planeta:  

• Energías renovables. Las empresas que desarrollan tecnologías para capturar y almacenar la energía de manera eficiente están en alta demanda. Además, la instalación y el mantenimiento de infraestructuras de energía renovable son áreas de crecimiento continuo.
• Movilidad sostenible. El mercado de vehículos eléctricos (VE) está en constante expansión. Es por eso que las empresas que los fabrican, así como las involucradas en la infraestructura de carga y los servicios relacionados con la movilidad eléctrica, están experimentando un rápido crecimiento.
• Mejora de la eficiencia energética. Tanto en los edificios como en los procesos industriales, que consiste en optimizar el uso de la energía y reducir el desperdicio.Puede lograrse mediante el aislamiento térmico, la climatización eficiente, el autoconsumo fotovoltaico, la gestión inteligente de la demanda, la electrificación o el uso de tecnologías de captura, almacenamiento y uso de carbono (CCUS).
• Aplicación de la economía circular. Se trata de un modelo que busca minimizar la generación de residuos y maximizar el aprovechamiento de los recursos. Recordemos que la economía circular se basa en los principios de reducir, reutilizar y reciclar, así como en el diseño ecológico, la reparación, la valorización y la simbiosis industrial.  

Conclusión 

La descarbonización es un desafío global que requiere del compromiso y la colaboración de todos los actores económicos y sociales.  

La práctica implica un cambio profundo y complejo en el modelo energético y productivo, pero también ofrece nuevas oportunidades de negocio para las empresas que se adapten a este escenario. 

Esperamos que el artículo te haya motivado a tomar acción para transformar tu negocio y contribuir a la lucha contra el cambio climático. 

Este artículo se ha realizado en el marco de la Resolución de IVACE de concesión de una subvención al Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana, para el fomento de la Sostenibilidad y Desarrollo Sostenible en el año 2023.