Durante mucho tiempo, el rendimiento financiero ha sido el único medidor del éxito empresarial. Sin embargo, los desafíos globales del siglo XXI —como la crisis climática, la desigualdad social o la corrupción— han puesto en evidencia que no basta con ser rentable: también es necesario ser responsable. En este contexto, emerge con fuerza un concepto que está revolucionando el mundo corporativo y financiero: ESG.

ESG son las siglas de Environmental, Social and Governance (Ambiental, Social y Gobernanza). Se trata de un enfoque integral para evaluar el desempeño y los riesgos no financieros de una organización. Hoy en día, el estándar ESG es clave para inversionistas, empresas, reguladores y consumidores que buscan generar impacto positivo sin perder de vista la rentabilidad.
En este artículo, explicamos qué es ESG, por qué importa, cómo se mide, qué beneficios aporta y cómo aplicarlo en diferentes sectores.
¿Qué es ESG?
El enfoque ESG consiste en evaluar a una empresa no solo por su desempeño económico, sino también por cómo se comporta respecto al medioambiente, a la sociedad y a su gobernanza corporativa. Se basa en tres pilares fundamentales:
Evalúa cómo una empresa gestiona su impacto sobre el entorno natural. Incluye temas como:
Se refiere al impacto de la empresa en las personas y comunidades, tanto internas como externas:
Analiza cómo se estructura y dirige la empresa:
Una gestión adecuada de estos tres aspectos puede reducir riesgos, fortalecer la reputación y mejorar la sostenibilidad a largo plazo.
¿Cómo surgió el enfoque ESG?
El término ESG fue popularizado en 2004 a partir del informe “Who Cares Wins” (Ganar cuidando), impulsado por el Pacto Mundial de la ONU junto a instituciones financieras líderes. El informe argumentaba que incluir criterios ambientales, sociales y de gobernanza en las decisiones de inversión era beneficioso tanto para la sociedad como para los accionistas.
Desde entonces, el enfoque ESG ha ganado terreno en todo el mundo, especialmente entre:
¿Por qué es importante el estándar ESG?
Adoptar criterios ESG ya no es una moda, sino una necesidad estratégica. Estas son algunas razones clave:
Los riesgos ambientales (como sequías o incendios), sociales (como conflictos laborales) y de gobernanza (como escándalos de corrupción) pueden afectar gravemente a una empresa. El enfoque ESG permite anticiparlos y mitigarlos.
Los inversores y bancos están priorizando proyectos con buen desempeño ESG. Las empresas que lo integran pueden acceder a fondos verdes o bonos sostenibles con mejores condiciones.
Una empresa con sólidos compromisos ambientales y sociales inspira confianza entre clientes, empleados y proveedores.
Cada vez más países exigen reportes ESG obligatorios, sobre todo en el sector financiero y en grandes compañías.
El enfoque ESG es una vía práctica para contribuir a los ODS de la Agenda 2030, como el cambio climático, la igualdad de género o el trabajo decente.
¿Cómo se mide el desempeño ESG?
A diferencia de las métricas financieras, el desempeño ESG es más difícil de estandarizar. Sin embargo, existen herramientas y agencias especializadas que evalúan a las empresas según múltiples indicadores.
Algunos de los indicadores comunes incluyen:
¿Qué empresas aplican criterios ESG?
Hoy en día, desde grandes multinacionales hasta pequeñas y medianas empresas están incorporando criterios ESG en su gestión. Algunos ejemplos destacados incluyen:
El banco ha reforzado su enfoque ESG en su estrategia empresarial, vinculando su propósito de «poner al alcance de todas las oportunidades de esta nueva era» con criterios ambientales, sociales y de gobernanza.
Tiene una sólida estrategia ESG enfocada en infraestructuras sostenibles, gestión de residuos, eficiencia energética y acción social.
Está reforzando la digitalización responsable y la sostenibilidad como ejes centrales.
Referente en el sector de la automoción. Está transformando su modelo de negocio hacia uno más sostenible mediante el uso de materiales reciclables y políticas inclusivas de gobernanza y transparencia
Además, cada vez más startups nacen con ADN ESG, como aquellas dedicadas a economía circular, fintech con inclusión financiera, agrotech sostenible o moda ética.
¿Cómo empezar a integrar ESG en una organización?
Aplicar ESG no significa transformarse de un día para otro. Es un proceso progresivo que puede seguir algunos pasos clave:
Evaluar el desempeño actual en temas ambientales, sociales y de gobernanza.
Determinar qué aspectos son más relevantes según el sector y los grupos de interés (empleados, clientes, inversores, comunidad).
Diseñar compromisos claros (por ejemplo: reducir un 20% de emisiones en 5 años, lograr paridad de género en 2030).
Asignar recursos, capacitar al equipo y establecer indicadores para medir el progreso.
Elaborar informes ESG accesibles, honestos y con evidencia verificable. También es clave comunicar los avances en canales internos y externos.
En resumen; ESG, una nueva forma de entender el éxito empresarial
El enfoque ESG representa un cambio de paradigma: dejar atrás la visión empresarial basada únicamente en los beneficios financieros para adoptar una mirada más amplia, ética y sostenible. Ya no se trata solo de lo que gana una empresa, sino de cómo lo gana, a quién impacta y con qué consecuencias a largo plazo.
Las organizaciones que adoptan criterios ESG están mejor preparadas para enfrentar riesgos, adaptarse a los cambios y construir relaciones sólidas con sus grupos de interés. En definitiva, están liderando el camino hacia un futuro donde los negocios son parte de la solución, y no del problema.
Porque en la economía del mañana, el éxito no se mide solo en cifras, sino en impacto. Y en eso, el estándar ESG aporta un lenguaje común que conecta propósito, estrategia y acción.

Este artículo se ha elaborado en el marco del proyecto de EEN-SEIMED financiado por la Red Enterprise Europe Network 2024, de la Unión Europea.
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