¿Sabías que en la Unión Europea se generan más de 40 millones de toneladas de residuos peligrosos al año?
Estos residuos representan una amenaza para la salud y el medioambiente. La noticia negativa es que están en todas partes, como en la agricultura, la industria, los comercios, los centros hospitalarios e incluso en el hogar.
Por eso es importante que las empresas conozcan cómo se gestionan de forma correcta para evitar inconvenientes tanto legales como de seguridad.
En España, nuestra legislación establece la obligatoriedad de manejar los residuos, de manera que algunos se puedan reciclar y los más contaminantes reciban el tratamiento adecuado para reducir el riesgo de afectación.
Un negocio puede producir una gran cantidad de residuos sólidos. Algunos como el papel no son peligrosos, mientras que otros sí, como los pesticidas o disolventes.
Eso sí, todos tienen el potencial para contaminar y degradar el medioambiente si no se lleva a cabo la adecuada gestión de los mismos.
La administración del programa para el manejo de los residuos sólidos de una empresa depende del tipo de negocio y de la normativa autonómica. En la mayoría de los casos podemos mencionar algunos procedimientos generales:
Para ello, lo mejor es apostar por la digitalización de documentos o seleccionar proveedores que usen menos plástico en sus embalajes.
Para que esto ocurra se puede conformar un equipo de trabajo especializado, el cual tiene la opción de elaborar una propuesta sobre las medidas para prevenir la generación de residuos y disminuir el volumen.
El plan también tiene la opción de contemplar alternativas sobre cómo hacer la gestión externa vendiendo los residuos a otras empresas.
Es común que el informe de los expertos incluya un inventario sobre los materiales que se producen, alternativas de lo que se puede hacer con ellos y un análisis de la viabilidad.
En este punto, es importante el respaldo de los colaboradores, ya que son ellos los que tienen contacto más directo con los residuos. Para que estos puedan contribuir positivamente con la política de gestión de residuos de la empresa, deben conocerla bien y entender las ventajas que se consiguen con ella.
Sobre los residuos peligrosos, la Administración puede pedir a la empresa que compruebe que se ha deshecho de ellos de acuerdo con la legalidad vigente.
En España, la principal normativa vigente que rige el tema de los residuos peligrosos es la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular.
La normativa sustituye a la anterior Ley 22/2011, de 28 de julio, de residuos y suelos contaminados, que fue la primera que expuso la materia a través de la Directiva Marco de residuos.
También están otras leyes como el Real Decreto 258/1989, de 10 de marzo, que establece la importancia de evitar el vertido de sustancias peligrosas en las aguas interiores y al mar territorial del Estado.
El Real Decreto 363/1995, de 10 de marzo, en el que se aprueba el reglamento sobre notificación de sustancias nuevas y clasificación, envasado y etiquetado de aquellas que son peligrosas.
Asimismo, el Real Decreto 208/2022, de 22 de marzo que establece que los actores que intervienen en las diferentes fases de la producción y gestión de los residuos deben indemnizar el perjuicio causado por el desarrollo de su actividad.
Como ya mencionamos, la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular establece cambios en los modelos de producción que entrarán en vigor de forma progresiva.
En el caso de las empresas quedan vinculadas a las obligaciones de la recogida separada de residuos de competencia municipal.
Para el año 2025, cualquier negocio debe clasificar en origen no solo el papel, los metales, el plástico, el vidrio o los residuos peligrosos, sino todos los biorresiduos, como aceites de cocina usados y los voluminosos.
Después de la recogida, los residuos peligrosos son transportados y almacenados en las estaciones de transferencia.
Allí se deben identificar, clasificar y agrupar según su destino final. Hay tres alternativas:
En el caso del almacenamiento debe llevarse a cabo en depósitos para residuos peligrosos, que son unas instalaciones que cumplen con medidas de seguridad elevadas para garantizar el confinamiento y evitar el impacto potencial sobre el medioambiente.
Lo recomendable es trasladar este tipo de residuos a instalaciones autorizadas y acondicionadas para tal finalidad. Pueden ser plantas de tratamiento, incineradoras, vertederos o depósitos controlados.
Con respecto a la logística, las empresas de manejo de residuos están obligadas a cumplir con la normativa de transportes ADR, un acuerdo europeo que regula el traslado internacional por carretera de mercancías peligrosas.
En muchos casos la gestión de desechos peligrosos no es una opción, sino una obligación establecida en las leyes.
Cumplir con la normativa tiene la ventaja de evitar una sanción que puede llevar al cierre temporal o incluso definitivo de la empresa.
Más allá del tema económico, la correcta administración de los residuos hace más saludable el entorno y lo preserva para las generaciones futuras.
Este artículo se ha realizado en el marco de la Resolución de IVACE de concesión de una subvención al Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana, para el fomento de la Sostenibilidad y Desarrollo Sostenible en el año 2023.
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