Informe de Desarrollo Sostenible 2025: El compromiso mundial con los ODS se mantiene fuerte – Reds-sdsn
España mantiene el buen ritmo marcado en el informe del año pasado y continúa ocupando el puesto número 14 del ranking.
Menos del 20 % de las metas se alcanzará a tiempo, según la décima edición del Informe Mundial de Desarrollo Sostenible 2025 publicado por SDSN.
A cinco años del plazo marcado por la Agenda 2030, el progreso hacia los ODS sigue siendo alarmantemente lento: menos del 20 % de las metas se alcanzará a tiempo, según la décima edición del Informe Mundial de Desarrollo Sostenible 2025 publicado por SDSN ( Sustainable Development Report 2025 ).
Pese al estancamiento general, el compromiso político con los ODS se mantiene fuerte. 190 de los 193 Estados miembros de Naciones Unidas han presentado al menos un Informe Nacional Voluntario (INV), y más de 30 países lo harán este año. A nivel local, se consolida también el uso de Informes Locales Voluntarios (ILV) como herramienta de seguimiento de los ODS en gobiernos subnacionales.
El informe esboza las reformas urgentes de la Arquitectura Financiera Global que deberían adoptarse durante la conferencia para desbloquear la financiación necesaria para alcanzar los ODS. En vísperas del 80 aniversario de la creación del sistema de las Naciones Unidas, el informe también proporciona medidas mejoradas y una nueva plataforma web para realizar un seguimiento del apoyo y el compromiso de los países con el sistema de las Naciones Unidas a través de su Índice de apoyo de los países al multilateralismo basado en las Naciones Unidas (UN-Mi).
Cinco conclusiones clave del informe
- 1. Compromiso político elevado: A nivel mundial, los países continúan respaldando la Agenda 2030, con casi todos los Estados Miembros de la ONU participando activamente en los procesos de revisión voluntaria. Solo tres países —Haití, Myanmar y Estados Unidos— no han presentado informes.
- Los países europeos continúan liderando el Índice de los ODS, mientras que los países de Asia Oriental y Meridional superan a otras regiones en el progreso de los ODS: Los países europeos, especialmente los nórdicos, encabezan el Índice de los ODS, mientras que Asia Meridional y Oriental ha mostrado el avance más rápido desde 2015, con casos como Nepal, Camboya y Bangladés.
- Estancamiento global: Solo el 17 % de las metas de los ODS está en vías de alcanzarse para 2030. Las áreas más afectadas incluyen la tasa de obesidad, libertad de prensa, biodiversidad y percepción de corrupción. Sin embargo, hay avances en conectividad, acceso a electricidad y reducción de la mortalidad infantil.
- Barbados lidera de nuevo el compromiso con el multilateralismo basado en la ONU, mientras que EE.UU. ocupa el último lugar: El nuevo dice de apoyo de los países al multilateralismo, que evalúa el apoyo de los países al sistema de la ONU, sitúa a Barbados, Jamaica y Trinidad y Tobago como los más comprometidos. Estados Unidos ocupa el último lugar por segundo año consecutivo tras desvincularse de acuerdos internacionales clave.
- La Arquitectura Financiera Global debe reformarse urgentemente para financiar los bienes públicos globales y lograr un desarrollo sostenible: Cerca de la mitad de la población mundial vive en países sin capacidad fiscal para invertir en desarrollo sostenible. El informe urge a reformar la arquitectura financiera global para canalizar recursos hacia los países en desarrollo. La IV Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, que se celebrará en Sevilla del 30 de junio al 3 de julio, es una oportunidad clave para impulsar estos cambios.
Recordemos qué dice la ONU….
Situación actual de los ODS según la ONU
En el informe más reciente (2025) sobre los ODS, la ONU señala que solo el 35 % de las metas con datos disponibles están “en buen camino” o muestran progreso moderado.
Al mismo tiempo, alrededor del 47 % de las metas progresan demasiado lento y un 18 % han retrocedido desde 2015.
Los avances globales en algunos ámbitos son reales: millones de personas han mejorado su acceso a educación, salud, energía, saneamiento, electricidad, conectividad digital — estos logros muestran que los ODS han tenido impactos positivos en la última década.
Pero los choques recientes — pandemia, conflictos, crisis económicas, cambio climático — han “golpeado” el ritmo: muchas metas están “fuera de carril”. Por tanto, la ONU advierte que el mundo está en una “emergencia de desarrollo”, y que, sin un cambio drástico en la ambición, inversión y cooperación, los ODS de 2030 no se podrán cumplir.
Qué advierte la ONU como “futuro” de los ODS: riesgos y oportunidades
Según declaraciones recientes del secretario general de la ONU y los informes de seguimiento:
- Los ODS siguen siendo “un plan que aún se puede cumplir” — no están descartados. Hay motivos para esperanza si hay “urgencia, unidad y determinación” por parte de gobiernos, sociedad civil, sector privado y cooperación internacional.
- Está claro que para lograrlo se requiere intensificar los esfuerzos: movilizar financiación suficiente, reforzar cooperación global, fomentar políticas públicas eficientes, priorizar actividades transformadoras (energía, protección social, educación, clima, biodiversidad…).
- Es probable que se necesite un enfoque más ambicioso y acelerado que el actual. Los avances deben ser “más allá de lo incremental”, con transformaciones estructurales — por ejemplo, en cómo se gestionan recursos, energía, desigualdades, protección social, restauración medioambiental.
- La ONU también reconoce que los beneficios de los ODS no se reparten de forma uniforme: las regiones más vulnerables — países de bajos ingresos, comunidades marginadas — sufren más los retrocesos, lo que incrementa las desigualdades globales.
Principales amenazas que podrían comprometer el cumplimiento
- Crisis persistentes: conflictos, crisis económicas, deuda, crisis climática, … muchas de ellas se retroalimentan entre sí, dificultando políticas a largo plazo.
- Falta de financiación suficiente para muchos países, recortes en ayuda internacional y retrocesos en las protecciones sociales.
- Infraestructura estadística y capacidades institucionales insuficientes en muchos lugares: sin datos fiables y monitoreo continuo, es difícil orientar las políticas y rendir cuentas.
- Desigualdades estructurales: pobreza persistente, desigualdades de género, acceso desigual a servicios, desigualdad entre países.
Qué papel pide la ONU para lograr los ODS antes de 2030
La ONU pide un nuevo impulso, “un sprint final” hacia 2030. Entre las condiciones clave:
- Mayor inversión pública y privada en sectores esenciales: salud, educación, energía limpia, infraestructuras, protección social.
- Cooperación internacional reforzada, especialmente en ayuda al desarrollo, transferencia tecnológica, financiación climática, acciones globales para apoyar a países con menos recursos.
- Políticas “transformadoras”: no solo paliativas, sino cambios estructurales: por ejemplo, transición energética, reforma social, protección del medio ambiente, igualdad de género, justicia social.
- Inclusión real de los grupos más vulnerables: mujeres, comunidades pobres, pueblos indígenas, personas con discapacidad.
- Transparencia, datos fiables y rendición de cuentas. Mejorar los sistemas estadísticos e institucionales, para monitorizar avances y tomar decisiones basadas en evidencia.
En resumen: ¿qué podría pasar hacia 2030 (o más allá)?
- Si se intensifican los esfuerzos globales (más inversión, cooperación, políticas transformadoras) es posible que una proporción significativa de los ODS se cumpla. Las mejoras ya logradas muestran que los objetivos pueden ser efectivos y no son solo aspiracionales.
- Si, en cambio, prevalecen las crisis, la fragmentación política, la desigualdad y la falta de recursos, entonces existirá un riesgo real de que muchos ODS no se cumplan, o incluso que se pierdan avances alcanzados en ámbitos como la reducción de desigualdades, salud, educación o protección social.
- Más allá de 2030: varios expertos y la propia ONU indican que, incluso si no todos los ODS se logran a 2030, sería necesario un nuevo marco global, con nuevos objetivos, metas adaptadas, quizá extendiendo los plazos, con el fin de consolidar los avances, abordar nuevas emergencias (clima, desigualdad, crisis demográficas) y preparar al mundo para los desafíos del siglo XXI.
Este artículo se ha realizado en el marco de la Resolución de IVACE+i de concesión de una subvención al Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana, para el fomento de la Sostenibilidad en el año 2025.