El gran reto de la humanidad en este siglo XXI es alimentar a una población que crece de forma exponencial. La agricultura juega un papel fundamental para poder hacer sostenible un planeta limitado en recursos y con unas características muy concretas.
Los invernaderos solares se han convertido en uno de los grandes puntos a favor no solo para producir más, sino también para contaminar menos. El calentamiento global es un problema que nos afecta a todos y gracias a este tipo de cultivo que reduce la producción de C02 se alimenta a una gran cantidad de gente.
El sector agrícola vive de los recursos que le ofrece la tierra. Depende de su clima para poder producir, pero también debe aprovechar al máximo la superficie y los recursos. Sin agua y sol sería imposible producir.
El Feng Shui esta disciplina que nos indica las energías de cada casa, en realidad se refiere a todo lo que ocupa el ser humano. Su traducción sería viento y agua. Durante miles de años en oriente se han buscado las condiciones óptimas para prosperar y producir.
En pleno siglo XXI este viento y agua sin el cual el ciclo de la tierra es imposible que se produzca, cambia de reglas.
Son capaces de traer desde la misma tierra frutas o verduras exóticas, reduciendo el impacto del C02 que representa su transporte y, además, maximizan la producción de una tierra que sin el viento y el agua no puede prosperar.
Para una empresa agrícola apostar por los invernaderos solares supone una serie de ventajas que hacen más fácil esta inversión inicial para conseguir una producción anual.
El invernadero garantiza que su interior pueda llegar al final del ciclo. Evita plagas, por lo que no se emplean pesticidas que, además, son extremadamente contaminantes para la tierra y el ser humano.
No se necesitan combustibles fósiles. La producción es totalmente manual en cuanto a recolectarla, son una fuente de trabajo y de recursos que favorecen a toda la sociedad. Además de una fuente limpia, tienen efectos positivos para trabajadores y empresas.
Los invernaderos permiten aumentar la temperatura en su interior, consiguiendo una producción de frutas y verduras que incluso pueden ser tropicales, aunque se cultivan en nuestro país. El calor es el factor clave para conseguir producir más cerca alimentos que de otra forma vendrán de lejos causando un impacto medio ambiental considerable.
El calentamiento global es un problema que nos afecta a todos. La producción de C02 del ser humano a través de sus industrias o medios de transporte queda reducido al máximo gracias a estos invernaderos solares. El hecho de que se basen solo en la fuerza del sol para ver crecer sus plantas es un plus que genera beneficios enormes en todo el entorno.
No produce ningún tipo de residuo, sino que son totalmente sostenibles, lo que acaba provocando que su impacto sea especialmente favorable, al contrario de lo que sucede con otras industrias. El sector agrario es uno de los puntales de toda sociedad que con la llegada de nuevas formas de producir se está transformando por completo.
Los invernaderos solares, alimentos ecológicos y producción cada vez más centrada en el territorio que alimenta son claves para asegurar el futuro de la humanidad.
Desde entonces el planeta entero mira el modelo español para incorporarlo a sus respectivos países. China es una de las grandes potencias que ha copiado el ejemplo de nuestro país para dar de comer a sus millones de habitantes de forma sostenible.
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