Hoy, concretamente, vamos a hablar de CircularCarbón, una investigación pionera en la que trabajan el Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) de la Comunidad Valenciana y el Instituto Tecnológico de la Cerámica (ITC), además del IVACE y fondos FEDER como financiación

La propuesta de investigación supone el uso de carbón activado, un recurso conocido desde antaño por sus múltiples propiedades. Sin embargo, en este proyecto, el particular planteamiento es lo más llamativo. Su tesis aplica desde el principio la economía circular, ya que se plantean la obtención de carbón activado a partir de residuos. De esa manera, se conseguirá transformar desechos que deberían ser reciclados de manera específica si no entrasen en el círculo de ese proyecto, al tiempo que los reutilizan para integrarlos después en otras aplicaciones medioambientales y energéticas. 

El producto obtenido de manera eficiente y sostenible será testado en múltiples aplicaciones, entre ellas el almacenamiento de energía en baterías, y también, como se ha mencionado anteriormente, en el tratamiento de gases y agua. Esto quiere decir que con esta propuesta, se eliminarían residuos, se conseguiría un producto útil para sectores en los que la contaminación es importante de manera eficiente, y se conseguiría en la aplicación una mejora de la eficiencia en los mismos. 

El Instituto Tecnológico de la Energía considera clave la economía circular a la hora de crear proyectos e investigaciones que mejoren la eficiencia energética y apuesten por una mayor sostenibilidad. Por eso, el aprovechamiento de residuos convirtiéndolos en el valor añadido o materia prima de nuevas propuestas es una de las claves de algunos de los estudios de los que forma parte, como el caso que hemos mencionado del CircularCarbón. 

La filosofía es simple: producir bienes y servicios de tal manera que se reduzca el consumo y el desperdicio de materias primas, así como se empleen fuentes de energía renovables en el proceso.

Es interesante señalar como el carbón activado es un recurso cuyas propiedades ya se conocían en la antigüedad. De hecho, ya en la Grecia Antigua era bien sabido que tenía un alto poder purificante. En varios escritos de Hipócrates se narra su utilización para el tratamiento de enfermedades digestivas, así como para desinfectar el agua.

Hoy en día se sigue utilizando en aplicaciones pensadas para la salud digestiva, pero son cada vez más los estudios que se sirven de esta sustancia para la purificación avanzada de agua y gases. De hecho, al recoger en su interior los residuos orgánicos o minerales, es una propuesta perfecta para transformar estos desechos en materia prima que luego sirvan para baterías y tratamiento de agua y gases.

Pese a la innovación que supone CircularCarbón, no es el único proyecto de la región que intenta aprovechar las propiedades del carbón activado con el objetivo de reducir residuos y transformarlos bajo la premisa de la eficiencia y la sostenibilidad. Puricar también trabajó en la misma línea, aunque con una clara vocación por el sector farmacéutico y el tratamiento del agua con contaminantes específicos. Otra iniciativa con sello español que trabaja en líneas de reactivación del mismo elemento es Portablecrac.

Por tanto, son varios los proyectos en los que se trabaja en nuestro país, y muy concretamente en la Comunidad Valenciana, y que supondrán avances importantes para el medioambiente con una filosofía enfocada a la eficiencia y sostenibilidad.