Los edificios resilientes, sostenibles y accesibles ya forman parte de nuestro día a día. De allí que el Consejo de ministros, a propuesta del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA), aprobó en el 2022 el Proyecto de Ley de Calidad de la Arquitectura.
Se trata de la primera Ley estatal que surge con el objetivo de avalar la calidad de la arquitectura como bien de interés general y promover vínculos que fomenten la unión con la sociedad.
El documento incluye sugerencias para impulsar desde los poderes públicos la difusión nacional e internacional de la arquitectura, el respaldo a las empresas y a los profesionales españoles, la definición de incentivos y premios que reconozcan la calidad, el empuje de la investigación y la innovación, además de protección de los valores del patrimonio construido.
Asimismo, la normativa establece la creación de la Casa de la Arquitectura y el Consejo de Calidad de la Arquitectura, dos órganos orientados a la actuación y reforzar el papel ejemplarizante de los poderes públicos.
De esta manera, aunque la iniciativa surge para dar respuesta a un momento excepcional, su propósito es fundar un marco global y perdurable en el tiempo, capaz de enfrentar los nuevos desafíos.
Como ya mencionamos, la Ley de Calidad de la Arquitectura forma parte de las reformas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), aprobado por el Gobierno de España para superar la crisis generada por la pandemia de la COVID-19.
Su eje central está en el impulso de las actuaciones de rehabilitación y mejora del parque edificatorio, tanto en las áreas urbanas como rurales.
Es así que pretende proteger, impulsar y fomentar la calidad de la arquitectura y del entorno construido como elemento básico de la calidad de vida de las personas.
De hecho, ha tomado en cuenta las siguientes iniciativas europeas como la New European Bauhaus, la Renovation Wave y la Declaración de Davos.
En España nunca ha existido una ley de arquitectura, como sí la hay en otros países como Francia, que cuenta con ella desde 1977.
Lo más cercano que tenemos es la Ley de Ordenación de la Edificación (LOE) que nació en 1999. Es la encargada de legislar sobre temas legales vinculados con el proceso constructivo, pero no menciona en ningún momento aspectos arquitectónicos u otras afines como el medioambiente, la accesibilidad, la eficiencia energética, entre otros.
Es por eso que la Ley de Calidad de la Arquitectura complementa a la LOE, pero no la sustituye.
En cuanto al apartado del medio ambiente, una de las claves de la ley es la sostenibilidad, ya que estos criterios cada día son más demandados por los participantes en el ciclo constructivo.
Entre sus objetivos, está garantizar la descarbonización del patrimonio inmobiliario y lograr la neutralidad climática, avanzar en la eficiencia energética, impulsar el uso de las energías renovables, luchar contra la pobreza energética y fomentar la economía circular.
El artículo 6 de la reciente ley establece la creación del Consejo sobre la Calidad de la Arquitectura, un órgano que se encarga de la asesoría y consultoría de la Administración General del Estado en las materias vinculadas con el texto legal.
Su composición es de carácter multidisciplinar y pueden formar parte del mismo, los profesionales del sector privado, del ámbito universitario y de la investigación.
Entre sus principales funciones están:
La redacción de la Ley de Calidad de la Arquitectura va de la mano con iniciativas europeas, como la New European Bauhaus, la Renovation Wave y la Declaración de Davos.
Además, está alineada con la Agenda Urbana Española, la Agenda 2030 y con las Agendas Urbanas internacionales, con su triple exigencia de una mayor sostenibilidad social, económica y medioambiental.
Por lo tanto, se trata de un instrumento legislativo necesario para consolidar un nuevo modelo de transición económica, energética, y ecológica, que fomente una mayor inclusión y cohesión social, impulsado por los Fondos Next Generation.
Lo cierto es que desde el pasado 16 de junio de 2022, España está a la vanguardia de Europa gracias a la entrada en vigor de la Ley de Calidad de la Arquitectura.
Como ya sabes, la norma consagra el interés general de la arquitectura y su utilidad social, así como la importancia del trabajo que efectúan sus profesionales para asegurar el bienestar de las personas y contribuir a alcanzar los retos climáticos actuales.
Este artículo se ha realizado en el marco de la Resolución de IVACE de concesión de una subvención al Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana, para el fomento de la Sostenibilidad y Desarrollo Sostenible en el año 2023.
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