Como toda nueva ley va acompañada de un marco normativo y jurídico que en este caso se establece en posibles impuestos. Los temidos impuestos que pueden recaer en las empresas directamente y en consecuencia en sus clientes. Un producto aumenta de precio a medida que la carga impositiva es mayor.

Por lo tanto, esta nueva Ley de Residuos golpeará de lleno a determinadas empresas, pero de refilón se perfiló en una sociedad muy tocada por una grave crisis socioeconómica.

Dos de los elementos que no solo producen las empresas, también a nivel doméstico se deben erradicar. La lucha por mantener un medio ambiente libre de residuos está abierta en nuestro país, el coste de este paso repercutirá directamente en el consumidor.

Por ejemplo, entre los supuestos que golpean de lleno a esta ley están las cafeterías que deberán incrementar el coste de su servicio al repartir cafés o bebidas para llevar.

Todos los negocios que tengan asociado en sus productos el plástico deberá pagar este plus que se traducirá en dinero para poder reciclar o reutilizar estos elementos. Será un cambio de rumbo necesario si tenemos en cuenta el aumento de la comida para llevar. A pesar de que algunos negocios ya se han alejado del plástico, muchos otros lo harán con la llegada de esta nueva ley.

Hasta un total de 1.300 millones de euros tiene previsto recaudar el gobierno con esta nueva ley que tendrá como finalidad acabar con el exceso de plásticos y los residuos que se generan en nuestro país. Los principales contaminantes que pueden dar lugar a grandes transformaciones en negocios que hasta este momento quizás no veíamos en su faceta más contaminante.

También establece la creación de un registro de producción y gestión de residuos. Un primer paso que marcará el futuro de las empresas. Una manera de saber cómo se produce y gestionan esos residuos que hasta este momento no tenían ningún tipo de reglamentación. Se apostará por el reciclaje y la producción o utilización propia.

Además de las correspondientes sanciones para aquellos que incumplan la normativa. Una carga que se sumará a la que se recaude con los impuestos teniendo como finalidad que todas las empresas se adapten a esta normativa beneficiosa para todos. Se acabará con el plástico de igual forma que se ha conseguido eliminar casi por completo de los supermercados.

El camino hacia la sostenibilidad es costoso. Conseguir que todo un país camine unido en busca de acabar con los residuos contaminantes o con el temido plástico derivado del petróleo es el objetivo principal de esta ley. España sigue los pasos de otros países, pero aún está lejos de la ansiada emisión 0.

Sin la dependencia del plástico o la reducción masiva de este elemento se podrá avanzar hacia ese futuro soñado.

 Las empresas son el ejemplo en el que se miran las familias. Con un uso de los recursos adecuado, el ahorro y los beneficios de la Ley de residuos son enormes.

Fuente: www.ambientum.com

Imagen: Nick Fewings

Este artículo se ha realizado en el marco del proyecto: Rsircle 21, financiado por la Conselleria de transparencia, responsabilidad social, participación y cooperación de la Generalitat Valenciana y Caixa Popular.