De diseño y sostenible. Son probablemente dos atributos con los que las empresas del sector textil y de la moda quieren identificarse. Sin embargo, la comprensión de ambos conceptos implica mucho más que el uso de materiales que no contaminen, o que sean reciclados.
Por ello, hoy queremos poner de manifiesto qué suponen esos dos vocablos buscando cuestiones en las que la industria pueda fijarse para alcanzar, de manera real, esos objetivos que el público cada vez demanda en mayor medida.
El término diseño sostenible supone aplicar el triple balance de la sostenibilidad. Esto es pensar en términos de:
? Sostenibilidad económica
? Sostenibilidad social
? Sostenibilidad medioambiental.
De hecho, a diferencia de lo que se suele pensar en un primer momento, se abarca el ciclo completo de vida del producto (aunque también se aplica a servicios), con una perspectiva de 360 grados.
Por lo tanto, si realmente se quiere apostar por un textil que pueda lucir en mayúsculas eso de diseño sostenible, habría que repensar el producto en todos los ámbitos, desde el proceso de fabricación y materiales utilizados, pasando por las implicaciones sociales y económicas que el mismo implica, así como el proceso de reciclaje o reutilización.
Probablemente, visto así, la inversión que supone, y el tiempo en re-planificar toda la estrategia y procesos de manufactura serían la excusa perfecta para retrasar esa apuesta por lo sostenible.
Sin embargo, la presión social cada vez mayor por un compromiso medioambiental, social y económico con la comunidad en la que se desarrolla la actividad; así como la interpretación flexible del concepto, que permiten una adaptación por fases, resuelven la cuestión que más preocupa y animan a dar pequeños pasos a pymes y pequeñas compañías que si bien están comprometidas con los nuevos paradigmas, no disponen de todos los recursos necesarios para implementar todos los cambios de golpe.
Más allá de los miedos a la implementación de todos esos cambios de golpe que se dan sobre todo en pequeñas y medianas empresas ya consolidadas, otra de las cuestiones que preocupa en la transformación sostenible del textil tiene que ver con definir las prioridades en el diseño de esos productos, y buscar el modo de darlo a conocer al consumidor para incrementar el valor diferencial del producto.
Precisamente, relacionado con lo último señalado se encuentra el concepto del ecodiseño. La integración de criterios ambientales en el diseño de productos del sector textil hace que el público pueda fácilmente identificarlos y ponerlos en valor. Sin embargo, es cierto que los términos “eco”, se utilizan en muchas ocasiones con un único objetivo de visibilidad sin cumplir con los criterios reales de sostenibilidad.
Al no existir en todos los casos una regulación específica, se permite esa confusión. Otra cosa es que éticamente, sea correcto. Pero si las empresas quieren apostar por el ecodiseño de forma real, pueden hacerlo basándose en:
según la demanda del cliente y de la sociedad en la que se desarrolla la actividad.
energía consumida, residuos generados durante la fabricación, y posibilidades de reciclaje cuando llegue al final de su vida útil, son las claves para conseguir implementar este tipo de estrategias.
Fórmulas de medición existen varias, aunque ninguna de ellas se impone como criterio específico en el sector. Lo más recomendable es contratar un asesoramiento especializado que permita hacer un estudio focalizado en mejorar la manufactura desde el inicio de la misma, analizar posibles opciones para el fin de vida del producto, y ver si de alguna manera se puede conjugar con ese proceso las posibles nuevas demandas del target.
La ética, entendida como la tendencia hacia un comportamiento que promueva el bienestar común y un claro compromiso con los atributos que se ponen de manifiesto es un concepto que va de la mano de la sostenibilidad y, por ende, del diseño textil sostenible.
Sin embargo, respecto a eso, siguen dándose casos en los que la etiqueta ecológica no se utiliza correctamente, o se presume de un producto mucho menos positivo para el medioambiente de lo que realmente es. Probablemente, al ser términos novedosos, poco a poco la sociedad se irá proveyendo de recursos que le permitan dicha distinción.
La sostenibilidad en el mundo de la moda es una tesis que cada vez abrazan más compañías. Las hay completamente ecológicas que apuestan por prendas únicas a las que se les pueden dar muchos usos gracias a unos materiales duraderos, y que inciden en la economía local al estar fabricadas en la comunidad y utilizar materias primas del entorno.
Sin embargo, incluso los grandes gigantes del textil han implementado el concepto con líneas que se fabrican con productos procedentes de la agricultura sostenible, o que utilizan materiales reciclados. La tendencia de lo sostenible es ya imparable.
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