Habrás leído o escuchado hablar en diferentes ámbitos del concepto del cero neto. Sin embargo, últimamente, este término aparece muy a menudo en los planes de responsabilidad social corporativa empresarial, así como en cuestiones de acciones corporativas concretas enfocadas hacia la mejora social y del medioambiente. Por eso es fundamental comprender a qué se refiere y, más importante todavía, saber cómo sacarle partido en tu empresa.
Por eso es fundamental comprender a qué se refiere y, más importante todavía, saber cómo sacarle partido en tu empresa.
Cero neto implica que en términos relativos, las emisiones que se produzcan se equilibrarán al absorber por otro lado su cantidad equivalente.
Este objetivo, es algo a lo que se han comprometido los gobiernos, siendo un reto para alcanzar en 2050. En esa misma línea va el Acuerdo de París, el cual exige que la temperatura global se mantenga solo 1,5 grados por encima de la era pre-industrial, ya que de lo contrario los científicos auguran amenazas globales a la vida y a los medios de subsistencia de la humanidad.
Aunque sean todavía muchas las voces que se empeñan en enfrentar progreso con sostenibilidad, por suerte son ya mayoría las que son conscientes de que solo existe un planeta. Además, la tecnología ha avanzado hasta el punto de hacer realidad la premisa, con lo que lo único que realmente va a marcar la diferencia es el compromiso.
Casi siempre que se hace mención específica a la sostenibilidad del medioambiente como parte de los planes de RSC empresarial se considera que es una manera de mostrar a la sociedad en general, y al público en particular, cómo la empresa invierte parte de sus beneficios en políticas que respeten al planeta, mejorando así la imagen que se proyecta sobre la misma. Si bien esto es completamente real, también lo es que existe una especie de retroalimentación.
Por tanto, cuando las empresas incluyen dentro de su RSC acciones o planes enfocados en el cuidado del medioambiente, debería ser prioritario darlos a conocer por esas dos razones. No solo por la más habitual cuando se habla de mostrarse como una empresa responsable.
Otra de las cuestiones que ha impedido hasta el momento que sean muchas más las empresas realmente comprometidas con el planeta es la falsa asociación que existe entre los planes de RSC y las capacidades de implementarlos en las pymes. En realidad, para comprender cómo es posible comprometerse sin importar el tamaño de tu compañía, te recomendamos echar un vistazo a nuestros post previos sobre La Responsabilidad Social Corporativa de un vistazo: qué es y por qué es importante en tu compañía y cómo hacer una memoria de sostenibilidad en pymes siguiendo el modelo GRI.
Pero, ahora que sabes que es fundamental la RSC y perseguir ese cero neto, ¿qué te parece si te proponemos algunas cuestiones que podrías implementar en un año en tu compañía, incluso siendo una pequeña empresa? ¡Vamos a ello!
Cambiar la energía que utilizas para climatizar la sede de la empresa puede marcar un gran cambio. Las renovables son el presente, y actualmente existen varias subvenciones que cubren una parte importante del coste convirtiéndola en una inversión con una triple ventaja: ahorro de dinero a largo plazo, mejora la RSC, y una amortización acelerada con las ayudas.
El horario de la oficina es una de las claves que marca la vida de los trabajadores. Considerando que tras la pandemia hay que mantener espacios más amplios, y que el teletrabajo ha llegado para quedarse, otra fórmula para conseguir reducir emisiones consiste en reducir esa energía permitiendo que durante determinadas horas, el gasto energético sea cero, ya que los empleados podrían desempeñar su trabajo desde casa o desde otro lugar. Si además de esto se aprovecha a analizar cómo mejorar el aislamiento del espacio, ya que habrá de ser rediseñado ante las nuevas circunstancias, el beneficio podría ser doble.
Seguro que hay todavía muchas cosas que en la oficina se presentan en papel que podrían digitalizarse. Analizar cuáles son es otra manera en la que las pymes pueden comprometerse con el medioambiente sin necesidad de grandes presupuestos. Y la concienciación de la plantilla, así como la apuesta por menos envases en la comida y bebida que se ofrezca en zonas comunes o comedor, podrían ser otras propuestas que son asequibles para empresas de reducidas dimensiones.
Este artículo se ha realizado en el marco del proyecto: Rsircle 21, financiado por la Conselleria de transparencia, responsabilidad social, participación y cooperación de la Generalitat Valenciana y Caixa Popular.
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