Reduce el desperdicio alimentario en tu empresa
Cada año, toneladas de alimentos terminan en la basura, lo que representa no solo una pérdida de recursos, sino también de dinero.
Y más en el mundo actual, donde millones de personas pasan hambre y la producción de comida genera una gran cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero.
Pero no todo está perdido, en este artículo, te compartiremos estrategias prácticas y fáciles de implementar para reducir el exceso de alimentos en tu empresa.
¿Qué significa desperdicio alimentario?
¿Te has preguntado qué implica en realidad el desperdicio alimentario en el contexto empresarial?
El término hace referencia a la pérdida o descarte de comida que aún podrían haber sido consumidos o utilizados de manera beneficiosa. Esta problemática está presente en todas las etapas de la cadena de suministro, desde la producción agrícola hasta el consumidor final.
Por ejemplo, en la fase de producción, ocurre debido a factores como el exceso de generación, el daño durante el transporte o el rechazo de la mercancía que no cumple con ciertos estándares estéticos.
En el ámbito de la distribución, se presentan problemas con el almacenamiento inadecuado o la caducidad de productos antes de ser vendidos.
En los establecimientos comerciales y restaurantes, la situación se manifiesta a través de la preparación excesiva de alimentos, la falta de control de inventario o la eliminación de sobras no utilizadas.
Por último, en los lugares de trabajo, se debe a la compra compulsiva, la falta de planificación de comidas o simplemente el descarte de alimentos que se consideran “feos” o menos atractivos.
Lo cierto, es que este fenómeno representa una contradicción en un mundo donde la inseguridad alimentaria aún es un desafío significativo.
¿Cómo reducir el desperdicio de alimentos en el trabajo? 9 claves
Al implementar estos pasos de manera efectiva, las empresas pueden disminuir la pérdida de alimentos y promover una cultura de sostenibilidad y responsabilidad ambiental entre sus empleados:
- Planificación. Dedica un tiempo cada semana para organizar los menús de las comidas en la oficina. Considera las preferencias de los empleados y elige recetas que puedan prepararse con ingredientes variados, pero que sean fáciles de almacenar y utilizar por completo.
- Compra inteligente. Antes que todo, revisa el inventario de alimentos en el trabajo y elabora una lista detallada de lo que se necesita y así evitar la adquisición impulsiva.
- Almacenamiento. Organiza el área de alimentos de manera que los productos perecederos estén claramente etiquetados y visibles. Utiliza estantes o contenedores para mantener los alimentos ordenados y evitar que se olviden o se echen a perder en la parte trasera del refrigerador.
- Control de inventarios. Lleva un registro actualizado de los alimentos disponibles en el trabajo, incluyendo fechas de vencimiento y cantidades restantes. Utiliza el método FIFO (primero en entrar, primero en salir) para asegurarte de que la mercancía más antigua se utilice en el lapso establecido.
- Promoción del consumo. Organiza charlas o actividades para concienciar a los empleados sobre la importancia de reducir el desperdicio de alimentos. La idea es fomentar una cultura en la que se valore y se respete la comida.
- Reutilización de sobras. Anima a los empleados a llevarse a casa lo que queda de las comidas preparadas en el trabajo o emplearla para crear nuevos platos.
- Porciones controladas. Para ello, considera usar platos y utensilios más pequeños para ayudar a los empleados a controlar las cantidades. Educación y sensibilización. Organiza talleres o sesiones de capacitación sobre cómo aminorar el sobrante de alimentos y cómo aprovechar al máximo los ingredientes.
- Donación de excedentes. Establece un sistema para regalar las porciones no utilizadas en el trabajo a organizaciones benéficas locales o bancos.
- Seguimiento y evaluación. Lo ideal es aplicar esta información para identificar áreas de mejora y ajustar las estrategias según sea necesario para aminorar aún más el exceso de alimentos.
Consejos para la gestión de desperdicios alimentarios en empresas
La administración de los sobrantes de comida en las empresas es crucial para disminuir el impacto ambiental y los costes. Aquí te dejamos algunos consejos:
- Concientización del personal. Organiza sesiones de capacitación periódicas para sensibilizar a los empleados sobre la importancia del tema. Destaca cómo la problemática afecta al medioambiente, al entorno corporativo y a la comunidad en general.
- Auditoría de desperdicios. Realiza exámenes exhaustivos para identificar las áreas específicas donde se producen más residuos de alimentos en la empresa. Con los datos recopilados tienes la oportunidad de comprender las causas subyacentes y desarrollar estrategias efectivas.
- Gestión de residuos orgánicos. Implementa un sistema de compostaje que sirva para fertilizar jardines o áreas verdes alrededor de la compañía.
- Capacitación. Proporciona formación regular al personal de cocina y servicio sobre prácticas eficientes. Para ello, enseña técnicas de preparación que promuevan el uso creativo de ingredientes para aprovechar al máximo los productos disponibles.
- Evaluación constante. Establece indicadores clave de rendimiento (KPI) para medir el progreso y lleva a cabo las evaluaciones periódicas para identificar áreas de mejora y ajustar las estrategias según sea necesario.
Conclusión
Como ves, reducir el desperdicio de alimentos en tu empresa no solo es una acción responsable con el planeta, sino que también puede traducirse en ahorros económicos significativos.
Imagina el impacto que tendría en tu comunidad si donaras los alimentos excedentes a organizaciones benéficas locales.
¿Está listo para dar el primer paso? Implementa las estrategias que hemos compartido en este artículo y empieza a transformar tu negocio en un ejemplo de responsabilidad ambiental y social.
Este artículo se ha realizado en el marco de la Resolución de IVACE de concesión de una subvención al Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana, para el fomento de la Sostenibilidad y Desarrollo Sostenible en el año 2024.
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