La sostenibilidad y la responsabilidad cada día tienen más peso, por eso ha surgido un enfoque innovador que promete cambiar la forma en que los negocios operan y se relacionan con su entorno.
El Triple Resultado, también conocido como Triple Bottom Line, ocupa un lugar especial en la economía circular, donde la rentabilidad económica, el bienestar social y la preservación ambiental se mezclan en perfecta armonía.
En el artículo, vamos a analizar el rol de este enfoque y ver algunos ejemplos de empresas que lo han adoptado con éxito.
Se trata de una visión innovadora para el desarrollo económico que tiene como meta maximizar el valor de los recursos, minimizar los residuos y la degradación ambiental.
A diferencia del modelo lineal tradicional (donde se extraen, producen, utilizan y desechan productos) en la Economía Circular Inclusiva se persigue el reúso, la reparación, la remanufactura y el reciclaje.
La idea es crear un ciclo cerrado de materiales y recursos, evitando así la generación de residuos y minimizando la presión sobre los ecosistemas.
Una de sus características es la inclusión social. Esto significa que busca garantizar que todos los sectores tengan acceso equitativo a los beneficios económicos y ambientales del modelo.
Por esto mismo, su brújula apunta a impulsar oportunidades de empleo y emprendimiento en actividades relacionadas con la gestión sostenible de recursos, como la recolección, el reciclaje y la reparación de productos.
Para lograr una transición exitosa es esencial consolidar la colaboración entre diversos actores, como empresas, gobiernos, organizaciones no gubernamentales y la sociedad en general.
Esto se traduce en diseñar políticas públicas que incentiven prácticas sostenibles y apoyen la creación de mercados para productos reciclados o reacondicionados.
Como ya mencionamos, el enfoque integral busca medir el desempeño de una empresa o proyecto desde tres perspectivas fundamentales: económica, social y ambiental que también son conocidos como las 3P o Profit, People y Planet.
Veamos qué significa cada uno:
La meta es analizar si la empresa genera beneficios económicos sostenibles a largo plazo, si es eficiente en la gestión de sus recursos financieros y si aporta valor a sus accionistas.
Por ejemplo, el pago de impuestos, la creación de empleo o la contribución al desarrollo local.
Incluye elementos como la justicia social, el respeto a los derechos humanos, la equidad de género, la diversidad, la inclusión, la salud, la educación y la participación.
Asimismo, incluye el compromiso de la empresa con sus grupos de interés, como los clientes, los proveedores, los accionistas o las comunidades locales.
Su meta es buscar que las empresas implementen prácticas sostenibles, reduzcan su consumo de recursos no renovables y minimicen los efectos negativos en el entorno.
Como ves, la combinación de los tres aspectos es esencial para construir una visión global y completa del desempeño de una empresa o proyecto.
Por lo tanto, el equilibrio entre lo económico, lo social y lo ambiental es clave para lograr un crecimiento sostenible en armonía con las necesidades de las personas y el planeta.
En realidad, son múltiples y variados, dependiendo del tipo de acción que se realice y del ámbito al que afecte. Algunos de los más relevantes son:
Es importante destacar que muchas empresas en todo el mundo están adoptando el enfoque del Triple Bottom Line para integrar la sostenibilidad en su modelo de negocio. Aquí hay algunos ejemplos:
En otras palabras, tiene como misión aportar salud al mayor número de personas posible. Para ello, aplica criterios de calidad, seguridad, nutrición, innovación, medioambiente y responsabilidad social.
Por esto mismo, utiliza materiales reciclados o biobasados, reduce sus emisiones de carbono, fomenta la economía circular y apoya proyectos sociales.
Hay muchas más compañías que están adoptando una estrategia de gestión responsable que integra los principios de la sostenibilidad en su visión, misión y valores.
De esta forma buscan reportar su desempeño mediante informes de responsabilidad social corporativa que sigan estándares internacionales como el Global Reporting Initiative.
El Triple Resultado se posiciona como el camino hacia una economía circular e inclusiva.
Esta poderosa herramienta ha demostrado que no es necesario sacrificar la rentabilidad económica en aras del bienestar social y la preservación del medioambiente.
Al contrario, adoptar este enfoque permite alcanzar un equilibrio que impulsa el crecimiento responsable y el progreso de las comunidades.
A medida que enfrentamos desafíos cada vez más apremiantes, como el cambio climático, la desigualdad social y la escasez de recursos, es nuestra responsabilidad como sociedad abrazar este paradigma y liderar la ruta hacia un futuro más próspero y equilibrado.
Este artículo se ha realizado en el marco de la Resolución de IVACE de concesión de una subvención al Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana, para el fomento de la Sostenibilidad y Desarrollo Sostenible en el año 2023.
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