Durante décadas, el éxito de una empresa se ha medido por una sola variable: el beneficio económico. Sin embargo, este enfoque ha demostrado ser insuficiente para responder a los retos actuales como el cambio climático, la desigualdad social o el agotamiento de recursos. En este contexto, emerge un modelo más integral y transformador: el Triple Impacto.

Este estándar plantea una nueva forma de hacer negocios, en la que las empresas ya no se preocupan solo por ganar dinero, sino también por cómo lo hacen y a quiénes impactan. En este artículo te explicamos en qué consiste el enfoque de Triple Impacto, por qué es relevante, y cómo las organizaciones pueden adoptarlo para ser parte de la solución y no del problema.
¿Qué es el modelo de Triple Impacto?
El modelo de Triple Impacto propone que las empresas y organizaciones deben generar valor de manera equilibrada en tres dimensiones fundamentales:
Esta visión rompe con el paradigma tradicional de maximizar beneficios a toda costa. En cambio, propone un enfoque que combina propósito, rentabilidad y responsabilidad.
El Triple Impacto no es una certificación formal (aunque se relaciona con estándares como B Corp o los Objetivos de Desarrollo Sostenible), sino un marco de gestión y una filosofía empresarial.
¿Por qué surge el enfoque de Triple Impacto?
Este modelo nace como respuesta a una profunda crisis de confianza en el modelo económico actual. Empresas que contaminan, que explotan laboralmente, que promueven la desigualdad o que generan beneficios a costa de destruir el tejido social han alimentado el descontento global.
A la par, emergen nuevas generaciones de consumidores, inversores y profesionales que exigen a las empresas un rol más activo y comprometido con el bienestar colectivo.
El Triple Impacto ofrece una alternativa concreta y viable para transformar el modelo económico en uno más humano, justo y regenerativo.
¿Qué significa cada uno de los tres impactos?
Es el pilar tradicional del negocio: generar beneficios que permitan su continuidad y crecimiento. Sin embargo, en el modelo de Triple Impacto, la rentabilidad no es el fin último, sino una condición necesaria para sostener el propósito social y ambiental.
El impacto económico también se mide en términos de:
Una empresa de Triple Impacto no persigue el lucro por encima de todo, sino que lo integra en una lógica de sostenibilidad.
Este eje busca que la actividad empresarial mejore la calidad de vida de las personas, tanto dentro como fuera de la organización.
Incluye aspectos como:
Una empresa de Triple Impacto se pregunta: “¿Estoy generando bienestar en las personas que toco directa o indirectamente con mi actividad?”.
Toda empresa utiliza recursos naturales y genera residuos. El impacto ambiental busca minimizar ese daño y, si es posible, regenerar los ecosistemas.
Esto implica:
En este eje, la pregunta clave es: “¿Estoy cuidando del planeta o contribuyendo a su deterioro?”.
¿Cómo se aplica el modelo de Triple Impacto?
Adoptar el modelo de Triple Impacto implica integrar estos tres ejes en la toma de decisiones diaria. No se trata de un “proyecto de RSE” aislado o de una campaña de marketing, sino de una transformación estratégica.
Pasos básicos para empezar:
Evaluar cómo la empresa afecta hoy en día cada una de las tres dimensiones. Herramientas como la Evaluación de Impacto B, los ODS o la matriz ESG pueden ayudar.
Revisar la misión y visión de la empresa para incluir explícitamente el compromiso con el impacto positivo.
Fijar objetivos concretos y medibles en lo económico, social y ambiental. Por ejemplo:
Capacitar al equipo, fomentar el liderazgo consciente y generar una cultura organizacional alineada con los valores del Triple Impacto.
Medir los avances, elaborar informes y comunicarlos de manera clara y honesta. La rendición de cuentas es clave para construir confianza.
Ejemplos de empresas de Triple Impacto
Muchas organizaciones ya operan bajo este modelo, incluso sin haberlo formalizado como tal.
Heineken España, Gravity Wave, Hispaled, Sanitas, FIARE Banca Ética o Grenergy son ejemplos de empresas que han optado por trabajar dentro del modelo de Triple Impacto
Estos casos muestran que no se trata de idealismo, sino de modelos reales que funcionan y generan valor a largo plazo.
Ventajas del modelo de Triple Impacto
Adoptar este enfoque no solo es éticamente correcto, también ofrece múltiples beneficios estratégicos:
¿Es para cualquier tipo de empresa?
Sí. El modelo de Triple Impacto es aplicable a empresas grandes, pymes, cooperativas, ONG o emprendimientos, en cualquier sector.
Lo importante no es el punto de partida, sino el compromiso con la mejora continua. Incluso pequeños gestos, como cambiar a energías renovables o contratar proveedores locales, son pasos en la dirección correcta.
Finalmente: negocios que cuidan y transforman
El estándar de Triple Impacto representa un cambio de paradigma en la manera de entender el éxito empresarial. Nos invita a ampliar la mirada: del beneficio individual al bienestar colectivo; del corto plazo al largo plazo; del extractivismo a la regeneración.
Empresas que abrazan este enfoque no solo sobreviven en un mundo que exige responsabilidad, sino que prosperan siendo parte activa de la solución.
Porque hacer negocios y hacer el bien ya no son caminos opuestos. Y porque el futuro pertenece a quienes entienden que el verdadero progreso se mide no solo en cifras, sino en el impacto que dejamos.

Este artículo se ha elaborado en el marco del proyecto de EEN-SEIMED financiado por la Red Enterprise Europe Network 2024, de la Unión Europea.
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