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Vida submarina: cómo combatir las islas de plástico

cómo combatir las islas de plástico

¿Cómo es posible que existan Islas de plástico? A diferencia de la materia orgánica, el plástico nunca desaparece de la naturaleza y se acumula en el medio ambiente, en especial en los océanos.

Pues bien, la basura que acaba en el mar por diferentes razones son llevadas por las corrientes marinas hacia los vórtex de los giros oceánicos y forman grandes extensiones de plásticos.

Con el paso del tiempo se va degradando por las olas, el viento y el sol, desencadenando la fragmentación en partículas más pequeñas que expulsan CO2 durante su descomposición y un nivel de contaminación casi irreversible.

Por ejemplo, un pañal desechable puede tardar quinientos años en desintegrarse en fragmentos microscópicos.

De acuerdo con algunas estimaciones, más del 80 % de la basura que llega al medio ambiente marino procede de actividades terrestres. Esto significa que la fuente de desperdicios marinos no se limita necesariamente a las actividades humanas a lo largo del litoral.

Cuando se deposita en la tierra o en los ríos, las inundaciones y el viento llevan la basura al mar. También las actividades pesqueras, el transporte marítimo, las instalaciones marinas, las plataformas petrolíferas, y el sistema de alcantarillado se encargan de sumar un grano más al desastre ambiental.

Qué es una isla de plástico

Las islas de plásticos también son conocidas como islas basuras o islas de la contaminación. Son áreas de residuos no biodegradables de gran tamaño que tienen concentraciones muy elevadas de plástico y ocupan zonas fijas de los océanos mundiales.

Hasta la fecha existen en el mundo 7 islas. La primera fue descubierta en 1997 por el oceanógrafo Charles J. Moore y recibió el nombre de Great Pacific Garbage Patch. Está situada en el Océano Pacífico, entre California y el Archipiélago Hawaiano y ya duplicó la extensión de Francia.

Curiosamente, tiene más de 60 años y ocupa 1,8 millones de kilómetros cuadrados con más de 80.000 millones de trocitos de plástico flotante.

De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la isla está creciendo de una forma muy rápida hasta el punto de que pronto podrá verse incluso desde el espacio.

Estos grandes depósitos de residuos se pueden formar por diferentes causas, todas ellas con origen en el ser humano:

  • Un reciclaje inadecuado.
  • Los vertidos ilegales.
  • Ensuciar las playas.
  • Ríos contaminados que desembocan en mares y océanos.

Cuál es su impacto en el medioambiente

Aunque una isla de plástico en medio del océano parece muy lejana, afecta a todo el planeta.

Sus consecuencias son reales, aunque no podamos verlas directamente ni de forma inmediata, alguna de ellas son:

  • Las partículas de plástico flotante representan un riesgo para la fauna marina. Como se asemejan al zooplancton, son ingeridas por los peces, tortugas, moluscos o medusas.
  • Más de 100 mil mamíferos marinos y más de un millón de aves resultan afectadas por los desechos que terminan también en los estómagos de las gaviotas y albatros, pudiendo provocar su asfixia.
  • Millones de animales mueren cada año por ingesta de plástico o por restricción del movimiento, laceración, infección, bloqueo del tracto digestivo y afectación del sistema inmunológico. Una muestra de ello es que solo en el mar Mediterráneo, el plástico amenaza a 134 especies.
  • Cuando los animales marinos comen microplásticos, sufren de problemas hormonales que interrumpen su sistema endocrino y disminuyen las tasas de reproducción.
  • La gran cantidad de basura en el mar facilita la propagación de especies invasoras que se adhieren en su superficie y se desplazan grandes distancias, colonizando nuevos ecosistemas.
  • Muchos de estos peces se convierten en alimento para los seres humanos, quienes terminan afectados por dichas toxinas.
  • Existe un mayor porcentaje de agua contaminada porque los plásticos tienen una tasa muy baja de degradación. Eso se traduce que pasan décadas o incluso siglos flotando en el mar, lo que perjudica no solo a la flora y la fauna marinas, sino también al ser humano.
  • Las comunidades que se dedican a la pesca tienen más problemas para encontrar alimento en el mar, lo que afecta económicamente al tener menos productos para vender.

Cómo contaminan el agua, las empresas y cómo evitarlo

Aunque casi siempre se habla de la polución atmosférica y las emisiones de efecto invernadero. No es menos importante la contaminación del agua generada por las empresas, que hasta la fecha está alcanzando límites nunca vistos y tiene consecuencias negativas, tanto en la flora y fauna marinas, como en la salud de las personas.

La mayoría de las empresas en todo el mundo necesitan grandes cantidades de agua limpia para sus procesos de producción.

Un tipo de contaminación es cuando modifican la temperatura del agua, ya sea enfriándola o calentándola. Por ejemplo, el agua caliente contiene menos oxígeno que la fría, y el cambio brusco puede causar daño a animales acuáticos.

Otra ocurre cuando las industrias usan el agua para lavar sus productos durante la fabricación, produciendo sustancias tóxicas como ácidos, metales pesados, sales y restos de materiales en descomposición.

Esta agua es vertida a los ríos, lagos o mares, como un líquido contaminado. Los afectados directos son la flora y la fauna acuática, sobre todo los peces más pequeños.

Aquí te dejamos varios consejos sobre cómo erradicar el riesgo de contaminación del agua:

  • Vertidos directos a las aguas. En ocasiones ocurre por malas prácticas o por causas accidentales. Incluye vaciar aguas de limpieza de residuos industriales, basura, metales pesados y microplásticos.
  • Vertidos a las tierras. Debido al arrastre ocasionado por las lluvias o por filtración en la tierra, la contaminación termina en los acuíferos de las aguas subterráneas que circulan hasta los ríos, lagos y mares.
  • Pesticidas de uso agrícola y residuos de la industria ganadera. Los productos se filtran por las tierras de cultivo y llegan al agua subterránea, hasta los ríos y mares.
  • Incremento de la temperatura del planeta y pérdida de oxígeno del agua. La falta de oxígeno en el agua altera el equilibrio de los océanos, lo que cambia el ecosistema, produce desaparición de especies, su desplazamiento y la extinción de animales autóctonos.
  • Transporte insostenible. La contaminación que provocan los coches y otro tipo de vehículos no es solo es atmosférica o acústica. También llega al agua a través de lluvias ácidas que contaminan los acuíferos.
  • Deforestación innecesaria. Los árboles son los principales sumideros de agua. Es decir, que mientras mayor masa forestal exista, más agua dulce hay en el entorno. En este caso, la vegetación sirve como depurador de los agentes contaminantes que derraman al medio ambiente y ayudan a que no lleguen a los ríos.
  • Agua con residuos al mar. Para ello hay que incrementar el tratamiento, reciclado y reutilización de las aguas residuales, que en realidad deben ser vistas como un recurso que pueden ser beneficiosas, en especial en islas pequeñas donde no hay suficiente agua potable.

La reflexión sobre el tema la dejó hace años el capitán Charles Moore cuando descubrió Great Pacific Garbage Patch. Dijo que la pregunta no era cómo llegó allí esa cantidad de basura, sino por qué los hábitos de consumo de las personas se habían descontrolado tanto.

Por supuesto, que la solución al creciente problema de los desechos plásticos en los mares está en cambiar el modelo de consumo por uno más sostenible y respetuoso con el planeta.

La clave es no tirar basura, promover la educación y concienciación de la sociedad y sobre todo mayores regulaciones para las empresas privadas y públicas.

 

Articulo realizado en el marco del proyecto: Socializarse, financiado por la Secretaría Autonómica de Presidencia de la Generalitat Valenciana.

 

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