AIDIMME acompaña a las empresas en su adaptación al EUDR: del reto a la oportunidad

La deforestación, impulsada por actividades industriales como la expansión agrícola, la ganadería intensiva, la explotación maderera y la minería, continúa siendo uno de los grandes retos ambientales de nuestro tiempo. La pérdida de cobertura forestal no solo disminuye la capacidad de los ecosistemas para absorber dióxido de carbono, acelerando el cambio climático, sino que también destruye hábitats, fragmenta ecosistemas y amenaza la supervivencia de innumerables especies.

Conscientes de este impacto, las instituciones europeas han reforzado su marco regulador. En 2023, la Unión Europea aprobó el Reglamento contra la Deforestación, o EUDR (Reglamento (UE) 2023/1115 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 31 de mayo de 2023), que establece que materias primas como la madera, el aceite de palma, el cacao o la soja, entre otras, deberán acreditar trazabilidad y demostrar que no proceden de áreas deforestadas o degradadas para poder comercializarse en el mercado comunitario. El objetivo: reducir la huella ambiental de Europa y promover cadenas de suministro más sostenibles.

La normativa entrará en aplicación en 2026 y supondrá un cambio profundo para las empresas. Estas deberán modificar sus procedimientos internos, reforzar la relación con sus proveedores y establecer sistemas de diligencia debida que aseguren la transparencia y el origen sostenible de sus productos. Para muchas compañías, el reto se centra en la implementación de mecanismos de control eficaces que permitan cumplir con los nuevos estándares.

En este contexto, AIDIMME ofrece apoyo especializado para facilitar la transición empresarial hacia el cumplimiento del EUDR. Su servicio integral abarca desde la identificación de requisitos legales y la preparación de documentación hasta el seguimiento de declaraciones de diligencia debida y la puesta en marcha de sistemas de trazabilidad. Además, la entidad brinda formación y asesoramiento personalizado, ayudando a las empresas a adaptarse de manera ágil y eficaz.

Más allá del reto regulatorio, el EUDR abre también nuevas oportunidades. Las empresas que logren adelantarse a su aplicación podrán diferenciarse en sostenibilidad, reforzar la confianza de consumidores y stakeholders y construir cadenas de suministro más éticas y resilientes, en línea con las crecientes demandas sociales y ambientales.

Artículo redactado por Aidimme Instituto Tecnológico.