Innovación social como premisa para crear empresas sostenibles y competitivas

Hay muchas formas de definir innovación social y todas ellas coinciden en señalar unos objetivos muy claros. Pero cuáles son y cuál es su relación con las empresas sostenibles.

¿Cómo definimos la innovación social?

La innovación social se puede comprender como un plan, un conjunto de estrategias o incluso como una serie de herramientas. El propósito es proponer soluciones y ofrecer alternativas a la deriva actual en materia social y también medioambiental.

Puede ser entendida como nuevas formas de gestionar y ejecutar las herramientas disponibles para mejorar la vida humana y hacerla más sostenible, ético y democrática.

No obstante, los teóricos y estudiosos aún no han dado una sola definición al respecto, por lo que aunque el concepto se comprende en rasgos generales, aún es algo difuso para algunas personas.

¿Por qué es importante la innovación social?

En estos últimos años se ha hablado mucho de sostenibilidad, especialmente a raíz de la pandemia que dio un giro de 180º al mundo y que provocó el conocido como “el gran reinicio”, un plan del foro de Davos para realizar profundas transformaciones en nuestra forma de vida.

En este sentido, la palanca de cambio parece ser el concepto de sostenibilidad, que está dirigiendo las nuevas políticas y prioridades de la UE y el Pacto Verde.
En esta línea la innovación social parece el mejor apoyo o pieza clave para la sostenibilidad, sobre todo de las empresas.+

Estas son algunas de las razones:

• La innovación social aporta valor añadido a la empresa.
• Provoca un cambio en la sociedad, que busca solucionar problemas concretos relacionados con la sostenibilidad.
• La implantación se realiza de forma tal que participan de ella los propios agentes involucrados.

Además, el objetivo de la innovación social en la empresa es triple: económico, social y medioambiental.

Innovación social como herramienta

Muchos definen a la innovación social como una herramienta útil y flexible capaz de adaptarse a los requisitos de cualquier empresa. De hecho, está demostrado que la innovación social vuelve más competitiva y sostenible a cualquier empresa. Por eso, hay que fomentar una cultura corporativa en la que los recursos humanos sean más proactivos, cooperativos y busquen colaborar positivamente en el impacto social.

El objetivo final poniendo a trabajar juntas la innovación y la sostenibilidad, es que las empresas revisen sus modelos de negocio y busquen ir un paso más allá de la generación de beneficios.
Asimismo, la innovación social busca actividades muy específicas dentro de las empresas para que estas puedan ofrecer las mejores soluciones verdes, éticas y responsables:
Por ejemplo, además de crear una ventaja competitiva, las compañías deben crear un valor social. También, atender de forma más ágil las preocupaciones de los ciudadanos en materia social, y gestionar los problemas de forma más eficiente.

¿Cómo lograr la innovación social?

Pero después de fijar los objetivos e imaginar los potentes resultados, hay que definir bien la estrategia y puntos a seguir.

En primer lugar, hay que implantar un propósito social (a nivel de sostenibilidad) muy claro y definido. O sea, hay que canalizar los esfuerzos y recursos para que se puedan llevar a cabo actividades de innovación. Esto es crucial para crear valor compartido por todos, lo que lo hará más fuerte, y también para resolver problemas sociales más determinados.

Después, hay que conocer el contexto en el que se van a dar estas actividades y relacionar la innovación que se va a llevar a cabo con el impacto social que se busca crear. En ese sentido, hay que crear un ecosistema o paradigma donde pueda darse una interacción entre los agentes implicados para poder conocer aquellos disparadores, es decir, detonadores que ponen en marcha las prácticas de innovación social.

Asimismo, se deben poseer las competencias adecuadas para ser capaces de promover las acciones de innovación social y por supuesto, de incluirlas deforma natural y regular en la cultura corporativa.

Finalmente, el negocio que debe construirse en base a estos requisitos debe poder dar cuenta del impacto social, económico y medioambiental que genera.

Empresas a la cabeza de la innovación social

Por suerte, cada vez existen más empresas que se encuentran a la cabeza de la innovación social. Algunas de ellas han contado con ventajas, como la capacidad económica, para hacer una serie de transformaciones sin ver peligrar su equilibrio. Otras, han dado el paso y se han encontrado con una respuesta positiva y ventajosa. Estas son algunas de ellas:

• Ecoalf: es una pyme española que está ganando relevancia en los últimos años. SE trata de una empresa de moda sostenible, la cual gracias a la innovación ha podido evolucionar y afrontar sus retos medioambientales y sciales, para, como resultado: aumentar sus ventas y seguidores.
• China mobile: en China, este es el mayor proveedor de servicios de telecomunicaciones y soportes de comunicación. Y todo ello gracias a que en 2009 lanzó un servicio llamado mHealth que sirve para obtener atención médica de forma inmediata a través de un SMS. Además, ofrece información sobre hospitales, médicos, políticas médicas y demás.
• Danone: sin duda conoces esta marca de carácter internacional. Está especializada en la alimentación, y gracias al grupo Nutriplan consiguió conocer y analizar las tendencias alimenticias de muchos países para proponer algunos resultados. Por ejemplo, en Senegal creó un envasado de grano local, y en Brasil, un queso con menos azúcar. Así, gracias a la innovación social ha mejorado la vida de las personas a la vez que ha hecho crecer su competitividad e imagen de marca.