
La empresa no es una organización aislada sino está sumida y vinculada con la sociedad, en cuanto que se nutre de sus materias primas y las reintroduce, una vez elaboradas, en forma de productos y servicios. La relación con la sociedad es de manera constante pues a ella le solicita capital, materiales, energía, trabajadores, proveedores y clientes, así como una administración que genere un marco de actuación equitativo para todos los competidores. Todos están vinculados; para que realmente funcione el sistema actual de producción y consumo debe establecerse una adecuada relación entre las partes implicadas y la RSE actúa como un activador de dicha relación.
La RSE abarca muy diferentes aspectos de una empresa, pero como mínimo: los derechos humanos, las prácticas de trabajo y de empleo (como la formación, la diversidad, la igualdad de género y la salud y el bienestar de los trabajadores), las cuestiones medioambientales (como la biodiversidad, el cambio climático, el uso eficiente de los recursos, la evaluación del ciclo de vida y la prevención de la contaminación) y la lucha contra el fraude y la corrupción. La participación de las comunidades locales y el desarrollo, la integración de las personas con discapacidad y los intereses de los consumidores, así como otros aspectos que interacciona entre sociedad y empresa. Pero también otra serie de aspectos transversales tales como la comunicación, la trasparencia, la buena gobernanza y la promoción de la responsabilidad social y medioambiental en la cadena de suministro y la divulgación de información no financiera y el voluntariado entre los trabajadores como aspectos a enmarcar en la RSE de una empresa.
El diálogo entre los grupos de interés es un aspecto fundamental y que toda empresa debe reflexionar y analizar desde el principio. Los grupos de interés de una empresa son aquellas personas o grupos que afectan o pueden verse afectado por la actividad y búsqueda de objetivos de una empresa.
El análisis de los grupos de interés en una empresa tiene varios objetivos:
A través de esta reflexión la empresa puede plantear estrategias pro-activas que promuevan el establecimiento de canales de comunicación bidireccional que construyan relaciones positivas y saludables con sus grupos de interés. De esta manera la empresa debe intentar integrar las expectativas y necesidades de los grupos de interés identificados en sus políticas estratégicas, construyendo las bases de una relación armoniosa entre la empresa y su entorno social, ambiental y económico.
Cómo ayuda en la identificación de los grupos de interés la empresa puede iniciar su identificación a partir de las siguientes preguntas:
En la siguiente tabla se muestran alguno de los típicos grupos de interés que se relacionan con una empresa:
| Categoría | Grupo de interés |
| Propiedad | Propietarios
Accionistas |
| Personal | Sindicato
Personal de fábrica Personal directivo Familia de los empleados Personal externo |
| Proveedores y Subcontratistas | Proveedores de Equipos
Proveedores de materias primas Servicio de limpieza Servicio de logística |
| Clientes | Clientes finales
Grandes superficies comerciales Minoristas |
| Administración Pública | Administración Local
Administraciones Autonómicas Administraciones Nacionales |
| Competidores | Competidores locales
Competidores internacionales Asociación empresarial |
| Medio Ambiente | Grupos ecologistas |
| Asociaciones Sociales | Asociaciones de Consumidores
ONG’s Grupos políticos |
| Comunidad Local | Vecinos
Empresas locales |
| Sociedad | Consumidores
Medios de comunicación |
Una vez identificados dichos grupos de interés se seleccionará aquellos que sean más significativos y se establecerá la forma y manera de relacionarse, así como el responsable de dicho diálogo.
El diálogo con los grupos de interés no solamente mejorará la imagen y posicionamiento claro y en la misma sociedad de la empresa sino también supone una fuente de inspiración para la mejora continua, la innovación y el desarrollo de nuevos productos y mercados. Al mismo tiempo un adecuado diálogo con proveedores optimiza procesos de producción y ayuda a rediseños que con toda seguridad derivarán en productos o servicios más eficientes y óptimos. El diálogo con los trabajadores de la propia empresa llegando a consensos genera un mejor ambiente en el trabajo y conllevará un aumento en la competitividad y productividad. En esta misma línea, la formación interna el cuidado en detalle de los puestos de trabajo y de la prevención de riesgos laborales, así como el desarrollo y puesta en práctica el plan de igualdad y otras actuaciones mejorarán las relaciones internas.
En definitiva, identificar los grupos de interés de la empresa, definir los canales para establecer una adecuada comunicación, periodizar que grupos de interés son los que se deben de trabajar en un período determinado mediante una programación adecuada generará una mejora significativa en una relación externa e interna de la empresa que seguro que conllevará una mejora en la competitividad de la empresa. Comienza con esa identificación y sigue los pasos.
Este artículo se ha elaborado en el marco del proyecto de EEN-SEIMED financiado por la Red Enterprise Europe Network, de la Unión Europea 2022.

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