Toda acción provoca una reacción. El ser humano actúa cada día sin pensar en las consecuencias, aunque cada pequeño gesto cuenta. En el caso de las empresas el impacto que provocan en el medio ambiente puede llegar a ser enorme.
Las industrias verdes ganan terreno a las tradicionales. Desde la llegada de la revolución industrial que apostaba por la creación de grandes centros productivos el mundo ha cambiado. Los recursos son cada vez menores y el planeta sufre las consecuencias de una sobreexplotación con la que se lucha día tras día.
La huella de carbono es el impacto que provoca el ser humano en el medio ambiente. Existen varias maneras de ver cómo este elemento incide en el medio. Los principales indicadores se nutren de cada uno de estos pasos hacía el calentamiento global es lo que preocupa a expertos y afecta directamente a la población.
El clima es el principal elemento que cambia. La temperatura aumenta en todo el planeta, causando grandes desastres medioambientales. Incendios descontrolados, sequías o inundaciones, los efectos que llegan como consecuencia de la huella de carbono pueden ser apocalípticas si no se hace algo para medirlas y reducirlas.
Las empresas son las que marcan el camino, pero no están solas. Los consumidores siguen el camino marcado para obtener esa recompensa que es de todos…
Hasta hace unas décadas quizás nunca hubiéramos escuchado este concepto que además de ser muy importante tiene un impacto directo en el territorio.
Caminar por la playa tiene su equivalencia en esta huella que provocamos en el planeta. Nuestras huellas quedan en la arena, si el viento o las olas del mar no la hacen desaparecer permanecerá allí.
En el caso de la huella de carbono la superficie y la capacidad para impactar al medio ambiente es mayor. Es como poner el pie en una superficie de hormigón. Se quedará marcada de forma más directa o indirecta, dependiendo del peso de la persona y del tiempo en el que esté sobre el hormigón. A la tierra le pasa igual, así es como siente o recibe el impacto de la huella de carbono.
La huella de carbono acelera el calentamiento global. En algunos lugares de la tierra la temperatura aumenta y en otros se reduce. Los extremos son imposibles de habitar, reducen la superficie de conreo y provocan que el ser humano pierda capacidad para poder sobrevivir. Reduce los recursos productivos y expone a toda la humanidad al colapso.
Las enfermedades respiratorias han aumentado. Las enfermedades o las plagas son una realidad con el aumento de la temperatura del planeta. La contaminación incide directamente sobre el ser humano que recibe el impacto directo de los gases contaminantes o de los rayos del sol cada vez más agresivos. La protección natural de la Tierra, la capa de ozono se ve reducida.
Existen hasta tres formas de calcular la huella de carbono a nivel empresarial. Conocer cómo afectará al planeta cualquier acción que queramos implementar es algo básico para todas las empresas.
La primera forma de calcular la huella de carbono es a través de los datos. Se hace una estimación de los consumos directos e indirectos de materiales y energía. Estos elementos cuentan con su equivalente de CO2.
En las partes 1 y 3 queda reflejada la huella de carbono. Ambas se traducen en los efectos que produce esta acción en el medio ambiente, en cuanto a la emisión de gases contaminantes o la utilización de determinados recursos.
En este cálculo se encara el producto o el servicio a un ahorro que tenga un efecto positivo sobre el entorno. Es decir, se parte de la base de lo que sucedería sin tomar medidas y se toman para evitarlo, es una suma a la que se añade una resta.
El tercer método es el más completo, es el que incluye una parte destinada a minimizar y de esta manera conseguir una huella de carbono menos grande.
Existen una gran variedad de estrategias para reducir la huella de carbono. Un pequeño gesto puede ser el que marque la diferencia. Reducir la huella de carbono es algo necesario, una deuda pendiente con el medio ambiente, una forma de asegurar el futuro que se puede hacer a través de estas estrategias.
? Apostar por las energías renovables. Optimizará los recursos y ayudará a eliminar la dependencia con los combustibles fósiles.
? Ahorra energía. Realizar un control necesario en los costes energéticos, no malgastar agua o electricidad.
? Usar medios de transporte sostenibles. La reducción de las emisiones de C02, son fundamentales para conseguir eliminar la huella de carbono. Vehículos eléctricos o transporte público son dos grandes ejes que se pueden implementar.
? El reciclaje ayudará a emplear de mejor forma los recursos de que se dispone. Como empresa o como particular es importante saber emplear cada uno de los recursos de qué disponibles.
Asegurar el destino de la humanidad y conseguir un futuro más próspero es algo que todos necesitamos. Modificar el presente para garantizar el futuro reduciendo la huella de carbono.
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