Por lo tanto, las empresas deben adaptarse y transformarse para seguir siendo competitivas y sostenibles.
Pero ¿cómo lograrlo? En este artículo te vamos a explicar qué es la resiliencia climática y cómo aplicarla para obtener resultados efectivos.
Se trata de un concepto clave, ya que el cambio climático produce un impacto cada vez más evidente en el entorno.
En otras palabras, es la capacidad que tienen las comunidades, los ecosistemas y las sociedades para enfrentar y recuperarse de los desafíos que plantea el clima en constante modificación.
Para comprender mejor este término, es necesario tener en cuenta que el clima fluctúa a diario debido a diversos factores, como la emisión de gases de efecto invernadero y el deterioro ambiental.
Esto lleva a un incremento de fenómenos climáticos extremos, como huracanes, sequías e inundaciones, que afectan a las personas, la agricultura, la biodiversidad y la infraestructura.
De ahí que la resiliencia climática se refiere a la habilidad que tenemos para adaptarnos y prepararnos frente a estos cambios y para recuperarnos después de un evento climático adverso. Es como si fuéramos un bambú que se dobla con el viento, pero no se quiebra.
Ante el cambio climático, la adaptación y la resiliencia son dos visiones que permiten enfrentar los desafíos que surgen debido a las consecuencias del clima.
De ahí que ambos términos están estrechamente relacionados, pero tienen concepciones distintas para abordar la problemática.
Por ejemplo, la adaptación es la capacidad de alinearnos a las nuevas condiciones climáticas y a los eventos extremos que se presentan cada vez con más frecuencia. De hecho, implica tomar medidas concretas para proteger nuestros recursos frente a los efectos del cambio climático.
Por otro lado, la resiliencia es la capacidad de recuperarnos y seguir adelante después de enfrentar un evento climático negativo. Si imaginamos un árbol que tras un incendio es capaz de regenerarse y crecer de nuevo, esto sería una muestra de resiliencia en el mundo natural. Entonces, la adaptación es la manera en que las personas se preparan y se protegen antes de que ocurra un evento climático, mientras que la resiliencia es la capacidad de sobreponerse y recuperarse después de que se registra. De ahí, que para lograr una verdadera adaptación y resiliencia climática, es básico asumir acciones en diferentes niveles como individual, familiar, comunitario, nacional, internacional y gubernamental.
Las diferentes empresas, al igual que las comunidades, deben prepararse para asimilar los desafíos que trae consigo el clima en constante transformación. La idea es fortalecer la capacidad para enfrentar los impactos climáticos y mantener la operatividad a lo largo del tiempo. Por lo tanto, es fundamental que cada negocio comprenda los riesgos y oportunidades asociados a la actual situación.
Asimismo, reconocer los posibles impactos en su cadena de suministro, operaciones y mercados. De esta forma puede adaptarse de manera proactiva a las eventualidades. Además, evaluar cómo las políticas climáticas y las demandas de los consumidores ayudan a diseñar y establecer estrategias efectivas.
En otras palabras, para que las empresas alcancen la resiliencia, es crucial fomentar la innovación y la eficiencia en el uso de recursos. Así como implementar prácticas más sostenibles y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para lograr la mitigación del cambio climático, ahorrar costes y mejorar la competitividad en el mercado.
Otro aspecto que hay que evaluar, es que la resiliencia climática implica una visión a largo plazo. Por supuesto, hay que considerar cómo las decisiones corporativas y acciones afectarán a las operaciones y al medioambiente en el futuro.
Algunos aspectos para adaptarse a la resiliencia climática son los siguientes:
Como ves, la resiliencia climática se presenta como el faro guía que ilumina el camino hacia un futuro más sostenible y exitoso para las empresas.
De aquí que es el momento de tomar medidas y dejar atrás la pasividad ante los desafíos del cambio climático.
Aplicar esta estrategia en las diferentes organizaciones no solo permitirá enfrentar los embates de la naturaleza con fortaleza, sino que también brindará la oportunidad de destacar en un mundo que valora la responsabilidad ambiental.
A la lista hay que sumar que es una puerta abierta para generar beneficios sociales, ambientales y económicos. Tales como el desarrollo sostenible, la reducción de la pobreza, la optimización de la salud, la conservación de la biodiversidad y la innovación tecnológica.
Esperamos que este artículo te haya sido útil e interesante y que te motive a aplicarla en tu empresa.
Este artículo se ha realizado en el marco de la Resolución de IVACE de concesión de una subvención al Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana, para el fomento de la Sostenibilidad y Desarrollo Sostenible en el año 2023.
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