El certificado LEED o la certificación LEED es un certificado americano que opera a nivel internacional como uno de los más importantes. Está íntimamente relacionado con la sostenibilidad pero a un nivel muy específico: evalúa la sostenibilidad de los edificios.
Para ello debe tener en cuenta el impacto ambiental que genera y durante cuántos años lo hará, entre otras.
La certificación LEED es un certificado que ayuda a los edificios sostenibles y está desarrollado por el US Green Building Council.
Desde el año 1989 en el que se etiquetaría al primer edificio con la certificación LEED ha seguido avanzando con éxito y ha traspasado continentes.
El objetivo de la certificación LEED es promocionar aquellos edificios sostenibles y en sintonía con un futuro verde y evitar la aparición de aquellos que puedan ponerlo en riesgo.
Para ello evalúa los edificios con diferentes medidores; a esto es a lo que llamamos certificación LEED.
Por supuesto, al igual que otros certificados internacionales que operan fundamentalmente en norteamérica y el continente europeo, existen multitud de etiquetas para catalogar a los edificios en diferentes niveles de sostenibilidad.
Para llevar a cabo sus objetivos, implanta en los proyectos que aún no se han culminado, aspectos que mejoren la eficiencia energética, como por ejemplo el uso de energías renovables en el edificio o para la construcción del mismo, la eficiencia del consumo de agua, una edificación que respete a la naturaleza y los espacios libres, etcétera.
Existen cuatro tipos principales de certificación LEED. El hecho de que se otorgue uno u otro depende de una puntuación basada en una serie de requisitos u objetivos que deben cumplir los edificios.
Son las siguientes:
LEED Platinum: edificios con 80 puntos o más.
LEED Gold: edificios que obtienen entre 60 y 79 puntos.
LEED Silver: edificios que obtienen entre 50 y 59 puntos.
LEED Certified: edificios que obtienen entre 40 y 49 puntos.
A la hora de incluir o restar puntos estos son los factores que se tienen en cuenta: proceso integrador, localización y transporte, parcelas sostenibles, eficiencia en agua, energía y atmósfera, calidad ambiental interior, innovación y prioridad regional.
Los edificios que pasan la prueba de la certificación LEED son edificios más saludables y beneficiosos para el medioambiente, para la propia constructora que hará un gasto menor y para los posteriores propietarios e inquilinos que por ejemplo, tendrán un consumo de agua inferior.
A continuación, los principales beneficios de la certificación LEED:
La certificación LEED mide el impacto que puede tener la elección del lugar sobre el que se encontrará el edificio. Para reducir un impacto medioambiental hay que elegir terrenos con buena accesibilidad, y cerca de servicios para reducir el tiempo de los viajes y por tanto las emisiones de CO2.
También busca reducir el uso de pavimentos impermeables y aumentar los espacios verdes, entre otras.
Existen tecnologías capaces de reducir la cantidad de agua que consume el edificio. Se hace así un uso más lógico y racional de este bien natural.
Algunas herramientas que pueden usarse para gestionar el agua de una forma más inteligente son los equipos de bajo consumo, los sensores y los controladores automáticos.
Todos los edificios tienen un comportamiento energético. Este parámetro evalúa la cantidad de energía que necesita el edificio para su funcionamiento y cómo podría emplear para ello las energías renovables.
A su vez, cuanto mejor comportamiento energético tenga el edificio, menos será el coste de las operaciones derivadas de éste. Por lo que los beneficios son dobles.
Usar materiales reciclados a la hora de iniciar una edificación cuenta con muchas ventajas. Promueven la conservación de los recursos, la reducción de residuos generados durante todo el proceso de vida del edificio o fachada y más.
El objetivo principal es que el impacto sobre la zona sea el mínimo y que la fabricación y el transporte de nuevos materiales no suponga un daño.
La calidad del aire interior es uno de los grandes beneficios de aplicar el certificado LEED a los edificios.
Pero no solo hablamos de aire, sino de ambiente, de sensación… y en esto hay muchos factores implicados. Por ejemplo, la luz natural, el confort acústico,el control de agentes contaminantes y de la humedad, la ventilación…
Esto a su vez permite aumentar el valor del edificio en el mercado y atrae a numerosos posibles clientes.
Edificios con esta certificación hacen la vida más fácil, sencilla, segura y saludable, además es perfecto para aumentar la productividad dentro del hogar.
Pero no todo está establecido por la certificación LEED. Debemos tener en cuenta que pueden y deben existir avances que dicho certificado aún no contemple y que sin embargo se hayan puesto en marcha en algunas edificaciones.
Por supuesto todas estas ventajas también serán tenidas en cuenta y añadidas en la certificación a largo plazo.
Para otorgar la certificación LEED se deben tener en cuenta los aspectos que ya se han mencionado y en base a estos un agente acreditado por US Green Building Council lo valora.
Este artículo se ha realizado en el marco del Convenio de la Resolución del Consejo de Cámaras de comercio de la Comunidad Valenciana e IVACE, en favor de la difusión de la SOSTENIBILIDAD para el año 2021.
Imágenes: Unsplash y Freepik
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