El movimiento que promueve los residuos zero avanza, y la mayor parte de los consumidores declara elegir compañías que apuesten por políticas en las que se responsabilizan y hacen las cosas de otro modo para evitar dañar al medioambiente.
El Zero Waste, cuya traducción sería Residuo Cero, es un movimiento ecologista, el cual se basa en la idea de no generar residuos. Para ello, deberíamos reducir al máximo la basura y los residuos que generamos habitualmente.
La finalidad de esta idea es dejar la menor huella posible en el medio ambiente, beneficiando nuestra salud, la de los animales y las plantas.
En los últimos años, se está apostando por utilizar productos reutilizables o biodegradables para así evitar la generación de residuos, por ello los mercados se están enfocando en seguir está corriente ofreciendo alternativas más sostenibles para así evitar envases, empaques y utensilios desechables.
Con estas alternativas se puede contribuir activamente al movimiento sin cambiar drásticamente nuestros hábitos de vida actuales.
Una de las pioneras de este movimiento es Bea Johnson, autora del libro Zero Waste Home. En los años 80, en vista de la problemática que surgiría en cuanto a la generación de residuos, tomó la decisión de querer dejar un mundo mejor donde vivir para sus hijos.
Por ello, junto a su marido y sus dos hijos comenzaron a reducir los desperdicios que generaban cotidianamente, hasta conseguir que todos los residuos generados en un año por esta familia de 4 miembros cupieran en un bote de 200 mililitros.
En su libro Zero Waste Home recopila todos sus conocimientos elaborando una lista de normas básicas llamadas Las cinco erres siendo el objetivo de todas ellas reducir el consumo y los residuos generados.
Las cinco erres son las siguientes:
Este libro se ha convertido en un bestseller internacional y ha ayudado a difundir el concepto Zero Waste consiguiendo que más gente se uniera al movimiento.
La primera norma para seguir este movimiento sería rechazar todo lo que no se necesita. Habitualmente nos bombardean ofreciéndonos un montón de objetos que son innecesarios, como por ejemplo folletos, vasos de plástico, bolsas, tickets y una larga lista más. Obviamente, todos estos objetos tienen una función, pero podríamos prescindir de ellos en nuestro día a día. Aunque el Zero Waste no hace distinción entre el tipo de material del que está hecho el residuos, es importante centrarse en los objetos de plástico debido a la contaminación que genera, su difícil reciclaje y su largo tiempo de degradación.
Este punto trata de reducir los objetos que no necesitamos. Para ello es necesario reflexionar de manera responsable y consciente acerca de las cosas que realmente nos hacen falta. Sin embargo, cuando nos deshacemos de los objetos debe primar la idea de darle una segunda vida, donándolas o vendiéndolas en mercadillos de segunda mano, por ejemplo
Con esta norma lo que se busca es evitar a toda costa los productos de un solo uso. Actualmente, hay muchas alternativas en el mercado a los productos de un solo uso, por lo que tan solo se trata de encontrarlas y adaptarlas a nuestras propias necesidades. También podemos reparar los objetos para así conseguir alargar su vida útil o comprar en tiendas de segunda mano.
Si ya se han aplicado las normas anteriores, llegaría el momento de reciclar de manera responsable los residuos generados, haciendo una separación por tipo y depositándolos en un lugar donde los reciclen de manera eficiente.
Compostar (Rot): esta norma se basa en compostar los residuos orgánicos generados en nuestro hogar para convertirlos nuevamente en una materia prima. Esta es la manera más respetuosa de deshacerse de estos residuos, ya que sabiendo cómo, se puede convertir nuevamente en alimento para la tierra cerrándose así el ciclo.
Esta norma se basa en compostar los residuos orgánicos generados en nuestro hogar para convertirlos nuevamente en una materia prima. Esta es la manera más respetuosa de deshacerse de estos residuos, ya que sabiendo cómo, se puede convertir nuevamente en alimento para la tierra cerrándose así el ciclo.
Escogiendo un equipo eficiente y adecuado para las necesidades de la empresa se puede conseguir ahorrar en cuanto al consumo de energía y otras materias primas. Aplicando la norma de reducir puedes conseguir que tu empresa sea más competitiva a través de la reducción de costes y la diferenciación.
Si en la empresa se compran productos que se puedan reparar, estarás reduciendo costes y tiempo en la gestión necesaria para deshacerse del equipamiento, ya que habitualmente se requiere de un tratamiento especial.
Accediendo al mercado de segunda mano tendrás la posibilidad tanto de comprar productos más baratos o de vender equipamiento que ya no sea necesario para que otros le puedan dar una segunda vida.
El objetivo es el residuo cero, por lo que lo ideal sería que todo lo que sale de la empresa pudiera volver a entrar en el ciclo productivo.
Imágenes: Unsplash y Freepik
Este artículo ha sido financiado por el FSE (Fondo Social Europeo) en el marco del programa Feria empleo-PICE 2021.
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