Los recursos finitos y los problemas climáticos requieren pasar de una sociedad de «tomar, fabricar y eliminar» a una economía neutra en carbono, ambientalmente sostenible, libre de tóxicos y completamente circular para 2050.
La pandemia COVID-19 puso en evidencia las debilidades en los recursos y en las cadenas de valor, impactando en las pymes y la industria. Las necesidades y carencias de una economía dependente de la fabricación de determinados bienes esenciales para la salud o para la industria electrónica, fue una convulsión de grandes dimensiones que hizo encender una luz roja en la estrategia de industrialización de la UE.
El crecimiento sostenible es uno de los objetivos fundamentales de la Unión Europea. En un contexto de aceleración del cambio climático y de una demanda creciente de energía y recursos, la Unión ha puesto en marcha una gama de políticas e iniciativas en pos de un consumo y una producción sostenibles. En el marco del Pacto Verde Europeo y, en particular, del Plan de Acción para la Economía Circular, se anunció una iniciativa legislativa sobre una política de productos sostenibles a fin de conseguir que los productos sean adecuados para una economía climáticamente neutra, eficiente en el uso de los recursos y circular.
El plan de acción de economía circular de la UE
En línea con el objetivo de neutralidad climática de la UE para 2050 en virtud del Pacto Verde, la Comisión Europea propuso en marzo de 2022 el primer paquete de medidas para acelerar la transición hacia la economía circular, como se recoge en el Plan de Acción de Economía Circular. Las propuestas incluyen una expansión del alcance de las reglas de ecodiseño, capacitar a los consumidores de cara a la transición ecológica y una estrategia sobre textiles sostenibles.
En noviembre de 2022, la Comisión publicó un segundo paquete, que incluía una propuesta sobre nuevas normas para toda la UE sobre envases y una propuesta sobre la certificación de la UE para la absorción de carbono.
Un tercer paquete se presentó en marzo de 2023, incluida una propuesta para regular los reclamos ecológicos de las empresas y garantizar el derecho a reparar productos.
En julio de 2023, la Comisión propuso revisar la Directiva Marco sobre residuos para promover la gestión sostenible de los residuos textiles y alimentarios.
El Parlamento aprobó en octubre de 2022 una revisión de las normas sobre contaminantes orgánicos persistentes para reducir aún más la cantidad de sustancias químicas peligrosas en los residuos y los procesos de producción. Las nuevas normas introducirán límites más estrictos, eliminarán los contaminantes de la cadena de reciclaje y prohibirán determinadas sustancias químicas.
En abril de 2024, el Parlamento aprobó el establecimiento de un esquema de certificación a nivel de la UE para la absorción de carbono. Garantizará que las actividades de eliminación de carbono se midan de manera precisa, mientras que el carbono se almacena durante el mayor tiempo posible.
El Plan de Acción de Economía Circular de la UE incluye medidas para reducir los residuos y promover productos sostenibles. La Comisión Europea ha propuesto varios paquetes de medidas para acelerar la transición hacia la economía circular, como la expansión de las reglas de ecodiseño, una estrategia sobre textiles sostenibles, y nuevas normas sobre envases y la certificación de la absorción de carbono. Además, el Parlamento Europeo ha aprobado revisiones de las normas sobre contaminantes orgánicos persistentes y ha establecido un esquema de certificación para la absorción de carbono.
Hacia productos sostenibles
La pandemia de Covid-19 afectó negativamente a las cadenas de suministro mundiales y dio lugar a escasez de materias primas fundamentales en Europa. En 2021,los eurodiputados pidieron una estrategia integral de la UE para materias primas fundamentales basada en un abastecimiento sostenible y altos estándares ambientales, sociales y de derechos humanos. Los eurodiputados querían reducir la dependencia de la UE de países terceros y promover el reciclaje y la recuperación de materias primas críticas. La ley Europea de materias primas fundamentales, que persigue estos objetivos, fue adoptada en diciembre de 2023.
Para lograr un mercado europeo de productos sostenibles, climáticamente neutros y eficientes en el uso de recursos, la Comisión propuso extender la directiva sobre diseño ecológico a los productos no relacionados con la energía y crear pasaportes digitales de productos, con el objetivo de compartir toda la información relevante a lo largo del ciclo de vida del producto. El Parlamento y el Consejo llegaron a un acuerdo sobre las nuevas normas, que el Parlamento aprobó en abril de 2024.
Los miembros del Parlamento también respaldaron iniciativas para luchar contra la obsolescencia programada, mejorar la durabilidad y la capacidad de reparación de los productos y mejorar la protección de los consumidores con el «derecho a reparar». El Parlamento adoptó la Directiva en abril de 2024. Las nuevas normas deberían garantizar que sea más fácil y económico reparar productos en lugar de comprar otros nuevos.
Los eurodiputados aprobaron en enero de 2024 un acuerdo con el Consejo para actualizar las normas de consumo de la UE, que prohibe el blanqueo ecológico y proporcionaría más información a los consumidores sobre la durabilidad de los productos.
El Parlamento también adoptó una posición en marzo de 2024 sobre un sistema para verificar las reclamaciones relacionadas con el medio ambiente de las empresas. El nuevo Parlamento continuará trabajando en la legislación.
Transformar los sectores esenciales en circulares
Tanto la circularidad como la sostenibilidad deben incorporarse en todas las etapas de las cadenas de valor para lograr una economía completamente circular: desde el diseño hasta la producción y de esta hasta que llega al consumidor y su posterior etapa de gestión cuando decide el usuario que sea un residuo. El plan de acción de la CE establece siete áreas clave esenciales para lograr una economía circular: plásticos, textiles, residuos electrónicos, alimentos; agua y nutrientes, embalaje, baterías y vehículos; edificaciones y construcción.
Los eurodiputados respaldan la estrategia europea para el plástico en una economía circular, que eliminaría gradualmente el uso de microplásticos.
Los textiles utilizan mucha materia prima y agua, con menos un 1% de reciclaje. La estrategia de la UE para los textiles sostenibles y circulares presentada por la Comisión en marzo de 2022 tiene como objetivo garantizar que para 2030 los productos textiles que se comercialicen en la UE sean duraderos y reciclables, fabricados en la medida de lo posible con fibras recicladas y libres de sustancias peligrosas.
Los desechos electrónicos y eléctricos son el flujo de desechos de más rápido crecimiento en la UE. Los eurodiputados quieren que la UE promueva una vida útil más larga del producto mediante la reutilización y la reparabilidad.
Se estima que el 10% del total de alimentos diisponibles se pierde o desperdicia en la UE. Los europarlamentarios instan a reducir a la mitad el desperdicio de alimentos de cara a 2030 en el marco de la “Estrategia de la granja a la mesa”.
Cada persona en la UE generó una media de 189 kg de residuos de envases en 2021. En abril de 2024, el Parlamento aprobó el acuerdo alcanzado con el Consejo sobre la revisión de la UE de normas sobre envases y residuos de envases para reducir su cantidad y mejorar la situación.
Los eurodiputados acordaron propuestas que exijan que la producción y los materiales de todas las baterías en el mercado de la UE tengan una huella baja en carbono baja y respeten los derechos humanos, así como los estándares sociales y ecológicos.
La construcción representa más del 35% del total de residuos de la UE. La Comisión ha anunciado la revisión del Reglamento sobre productos de construcción para modernizar las normas vigentes desde 2011. Los miembros del PE piden que se aumente la vida útil de los edificios, junto a objetivos de reducción de la huella de carbono con respecto a los materiales y requisitos mínimos sobre los recursos y eficiencia energética. En marzo de 2024, el Parlamento adoptó una actualización de las normas sobre el rendimiento energético de los edificios, que tienen como objetivo crear un sector de la construcción neutro desde el punto de vista climático para 2050.
Este artículo se ha realizado en el marco de la Resolución de IVACE+i de concesión de una subvención al Consejo de Cámaras de la Comunitat Valenciana, para el fomento de la Sostenibilidad y Desarrollo Sostenible en el año 2024.
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