El acceso a la energía fósil es uno de los bienes más preciados que tenemos en pleno siglo XXI, lo que se traduce en una presunta calidad de vida y un posible buen desarrollo económico para los países. Pero, ¿qué partes negativas tiene?
La era de los combustibles fósiles se está terminando, ya no sólo por la escasez, cada vez más, de estos, sino por una mayor conciencia ética sobre el medio ambiente que está revolucionando al mundo entero.
Cuando hablamos de combustibles fósiles nos referimos a aquellas materias primas provenientes de la biomasa generada en épocas pasadas. Esta constituye una de las primeras fuentes con las que generar electricidad en todo el mundo y la podemos encontrar en los hidrocarburos (petróleo, gas, carbón).
Lo cierto es que su contaminación es muy elevada. Hablamos de que en 2018 murieron casi 9 millones de personas en todo el mundo como consecuencia de los gases expulsados a la atmósfera generados por las plantas de energía donde emplean estas materias, un 18% de las muertes totales del año.
En España, concretamente, más de 44.000 personas, que superan los 14 años de edad, fallecen cada año por la contaminación atmosférica causada por el abuso excesivo de los combustibles fósiles.
Se estima que el combustible del carbón en forma de energía primaria se demanda hasta un 80% a nivel mundial, convirtiéndose en una de las formas de generar electricidad más contaminantes, llegando a expulsar hasta dos tercios de las emisiones globales de dióxido de carbono.
La mayor parte del uso de carbón se encuentra en Asia, un país que ha construido su economía, energía y electricidad alrededor de estas centrales, las cuales ya forman parte de la historia del continente.
Algunos motivos por los que el carbón no se abandona tienen que ver con:
El carbón es una materia prima muy poderosa para generar gran volumen de electricidad
Actualmente existen millones de toneladas de carbón que pueden ser usados
Las empresas, así como bancos y gobiernos, todavía tienen interés en esta forma de generar energía
Las energías renovables tienen ciertos límites y no están tan extendidas a nivel mundial
La energía generada por las plantas de carbón es barata y fácil de producir
Por otro lado, en España, son cada vez más las centrales de carbón que cierran, cuya cifra empezó a caer en 2010, cuando se determinó el proyecto del cese de las centrales de carbón españolas.
Con los próximos proyectos europeos de sostenibilidad se avecinan grandes cambios para las empresas, no sólo para las que generan energía a base de combustibles fósiles, sino para todas las demás.
Compañías gigantescas como Repsol, Endesa o Naturgy tendrán que remodelar sus mercados y servicios, adaptándose a los nuevos tiempos y cumpliendo las normativas de la Unión Europea.
Y es que, una de las grandes propulsoras de medidas más ambientales ha sido esta última, quien lidera proyectos como la Agenda 2030, entre muchos otros, con los que pone la atención en los combustibles fósiles.
Europa se ha fijado como fecha límite el año 2050 para acabar con la era de la combustión, el carbón y el consumo de los combustibles fósiles.
Además, gracias a un estudio realizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en México, se han observado las implicaciones que conlleva a la salud el problema de la contaminación del aire.
Este problema aumenta el ausentismo en el puesto de trabajo y las incapacidades laborales, mostrando hasta qué punto el sector de las energías fósiles tiene que ponerse las pilas para sumarse al cambio sostenible.
La tarea de quitarnos de encima las energías fósiles es complicada, aunque el objetivo final ya está marcado. Ante este claro destino, ¿qué beneficios tendrá la desaparición de esta?
Para el planeta y las personas tendrá muchos beneficios obvios, pero quienes de verdad se verán afectados serán las empresas y el mercado. Aun así, no todo es tan catastrófico, ya que hay grandes ventajas de realizar este gran cambio.
Una de ellas es el desprestigio de algunas compañías que distribuyen energía fósil, ya que en los últimos años se ha visto creciendo como consecuencia de la conciencia ante el cambio climático.
Por ello, desligarse del combustible fósil no hará más que mejorar la imagen corporativa de las organizaciones, aumentar las ventas y las buenas críticas.
En general, el cambio forma parte del ciclo de vida de una empresa y estas sólo tendrán que adaptarse.
Este artículo se ha realizado en el marco del Convenio de la Resolución del Consejo de Cámaras de comercio de la Comunidad Valenciana e IVACE, en favor de la difusión de la SOSTENIBILIDAD para el año 2021.
Imágenes: Unsplash y Freepik
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