Reducir la huella de carbono es el objetivo de empresas y particulares. La contaminación está llevando al planeta a tomar un rumbo inesperado.
El cambio climático deja sin futuro a las nuevas generaciones que cada vez más sufren las consecuencias de una falta de recursos que puede ser común en determinadas zonas del planeta.
Ricos y pobres, todos habitan el mismo lugar, un planeta que está llegando a su límite. La era industrial ha generado una huella de Co2 que será difícil de borrar.
Las grandes fábricas, la producción y dependencia a un elemento que ha aumentado los gases de efecto invernadero en la atmósfera ha generado una aceleración de un proceso que puede ser pausado.
La huella de carbono en España está causada en gran medida por las empresas que son las que se han concentrado en determinados lugares de nuestro país causando un mal que puede ir en aumento con el paso de los años. Ellas y el ser humano que ha poblado ciudades de forma desproporcionada.
La mano de obra y las posibilidades de progreso llevaron a miles de personas de tomar de determinación de cambiar el campo por la ciudad. Los grandes bloques de viviendas dieron paso a miles de vehículos que cada día llegaban a las ciudades produciendo una gran cantidad de Co2.
En pleno siglo XXI la necesidad de cambiar con este sistema ha llevado a la administración pública a iniciar el camino contrario. Reducir el impacto del ser humano en un planeta que tiene unos recursos finitos es el objetivo principal de las empresas y las personas que quieren obtener una serie de beneficios en común.
Un aire más limpio que mejore su salud y un ambiente que asegure el futuro de unas nuevas generaciones que de lo contrario pueden sufrir las consecuencias de un planeta con cada vez menos recursos.
La reducción del Co2 es el primer paso para eliminar la huella de carbono, existen ciudades que han conseguido esta forma de moverse de un sitio a otro o generar energía sin causar daño.
El transporte colectivo o las energías renovables son en gran medida los elementos que pueden cambiar para siempre las ciudades y las empresas.
Es el primer paso en una lucha contra el tiempo y el ambiente. Uno de los objetivos a corto plazo es eliminar la dependencia frente a los combustibles fósiles y la electricidad que se produce a través de fuentes contaminantes.
La entrada de vehículos a las zonas contaminantes o los lugares en los que se acumula una contaminación elevada ha quedado totalmente prohibida. De esta manera se pretende limpiar el aire, de igual forma que a determinada velocidad también puede ser peligroso para todo lo que nos rodea.
La entrada de vehículos a las zonas contaminantes o los lugares en los que se acumula una contaminación elevada ha quedado totalmente prohibida. De esta manera se pretende limpiar el aire, de igual forma que a determinada velocidad también puede ser peligroso para todo lo que nos rodea.
Gastar lo justo y necesario es algo que toda empresa acaba consiguiendo, siempre y cuando esté dispuesta analizar la forma de consumir. La etiqueta de sostenible no solo ayuda a la organización, también al consumidor que sabe que ese producto ha sido fabricado gracias a una producción de elementos reciclados o con una optimización clave de los recursos.
La compensación empresarial de esa huella de carbono puede ser beneficiosa no solo para el medio ambiente, también para las arcas de su empresa.
Puede ganar más de lo que parece con unos gestos que modificarán para siempre su forma de ver sus cuentas. La administración se plantea bonificaciones a través del IRFPF de las empresas o les servirá para posicionarse en nuevos mercados.
Las normativas se adaptan a los nuevos tiempos y en este caso se están empezando a ver esfuerzos reales que también llegan de la mano de subvenciones y bonificaciones.
La administración es la encargada de dar fuerza a una transformación que sin los recursos y las directrices necesarias es casi imposible de conseguir.
Todo lo que conlleva la huella de carbono nos afecta a todos y puede llegar a ser determinante para el futuro de las empresas y de las personas.
Con pequeños gestos en su día a día, una compañía mediana puede reducir el consumo, cambiando la iluminación, ajustar el termostato o obtenido por un tipo de energía renovable con placas solares, por ejemplo, el impacto puede ser enorme.
La lucha para reducir el Co2 de las empresas no solo les ahorra costes, también es una de las mejores opciones para conseguir beneficios fiscales y medio ambientales que a la larga puede marcar la diferencia.
Es cuestión de saber en todo momento cómo aplicar estos gestos y dotarse de los profesionales adecuados que puedan asesorarles y orientarles, bien sea de la administración o de la empresa privada.
Imágenes: Unsplash y Freepik
Este artículo se ha realizado en el marco del programa SocializaRSE 21, financiado por la Conselleria de economía sostenible, sectores productivos, comercio y trabajo de la Generalitat Valenciana.
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