Las centrales térmicas de carbón, que han sido caracterizadas por sus altos niveles de contaminación, tienen fecha límite. Esto pondrá a las energías renovables como las pioneras en el campo de las eléctricas, entre ellas a la energía solar fotovoltaica.
La energía solar fotovoltaica es una fuente de energía renovable que constituye un índice preponderante en el mercado de la tecnología solar.
Su mecanismo de abastecimiento consiste en la transformación directa de los rayos solares en electricidad, lo que conlleva cero emisiones o daños al medio ambiente.
Por esta razón, la energía solar fotovoltaica se considera la forma de generar luz más rentable para empresas y particulares.
El increíble aumento del sector fotovoltaico ascendió más de un 40% en los intervalos de 2006 y 2011. Esto consiguió que las tecnológicas, así como otras empresas de aquellos tiempos, tuvieran más en cuenta este modelo de abastecimiento ético con el medio ambiente.
Desde entonces, los costos de producción de energía fotovoltaica han descendido, los mercados empresariales que utilizan fuentes renovables solares han aumentado y la transición ecológica está más presente que nunca.
Además, según la Agencia Internacional de la Energía, estima que el crecimiento de la energía solar fotovoltaica sufrirá una subida de más del 50% hasta 2024, lo que nos deja claro la importancia de la misma.
Casi todo el mundo es consciente de que para generar energía solar sólo es necesario tener una distribución de paneles solares y una gran cantidad de luz natural. Aun así, ¿se conocen otros beneficios de la energía fotovoltaica?
Algunos beneficios de la energía solar fotovoltaica son:
Fuente de energía ilimitada.
Respetuosa con el medio ambiente.
Energía económica.
Ayuda al desarrollo sostenible.
Reduce el uso de combustibles fósiles.
Y es que, la energía solar contempla unas ventajas que las demás fuentes, renovables y no renovables, no pueden ofrecer. De esta manera, la energía solar no se agota, no contamina y no emite gases tóxicos. Además, los paneles solares son un 90% reciclables, evitando cuanto más los desechos.
La característica más destacable, quizá, es el autoconsumo que ofrece. Cualquier persona puede beneficiarse de la energía solar comprando paneles solares por internet. Las casas rurales, las empresas pequeñas o los particulares con un automóvil pueden obtener energía gratis.
El mercado eléctrico lleva sufriendo cambios desde que las fuentes renovables aumentaron en los últimos años. Por esto, las previsiones del desarrollo sostenible sólo auguran un futuro prometedor.
Los estudios registrados por el International Renewable Energy Agency estimaron un aumento del 50% respecto a 2019 en el uso de las energías renovables, donde la energía solar, junto a la eólica, representaba el 91% del total.
El aumento de las energías renovables fotovoltaicas supone un cambio consciente hacia modelos de generación eléctrica más respetuosos con el medio ambiente. Además, esto sigue la línea de la Unión Europea con la que reducir la contaminación ambiental.
Por otro lado, las previsiones de la industria del carbón no son nada beneficiosas. La garantía de suministros y el bajo coste que ha supuesto la generación de esta fuente energética es contrarrestada con sus desastrosas implicaciones en las emisiones de CO2 y su estrecha relación con el cambio climático.
Cada vez son más las centrales de carbón que cierran sus puertas. De hecho, la generación de electricidad de estas ya no tiene un índice elevado. Las centrales de energía fotovoltaica obtienen prácticamente lo mismo que una central de carbón.
Para que la energía solar fotovoltaica llegue a un estándar mundial, la política es necesaria en ello. Esto abarca desde subvenciones, estudios de impacto ambiental, planes de desarrollo sostenible y demás cuestiones relacionadas que atañe a los gobiernos de los países.
Desde las ayudas del Fondo Europeo de Desarrollo Regional que fueron destinadas a España, alrededor de 316 millones de euros han sido empleados por diferentes ministerios del Gobierno español para las instalaciones de producción de energías renovables.
De hecho, España se encuentra entre uno de los países europeos que más está apostando por este tipo de energías renovables. La legislación nacional es, ante todo, un delimitante importante para la implantación de estas centrales fotovoltaicas.
Esto es porque, aunque la Unión Europea tenga pensado planes de mejoría en los sistemas de producción eléctrica ante el cambio climático, la última decisión la tiene el propio país.
Gracias a esto, las emisiones de CO2 que emitían las centrales térmicas de carbón españolas han descendido un 69% sólo en el 2019, cubriendo únicamente el 5% de la producción total eléctrica.
Este artículo se ha realizado en el marco del Convenio de la Resolución del Consejo de Cámaras de comercio de la Comunidad Valenciana e IVACE, en favor de la difusión de la SOSTENIBILIDAD para el año 2021.
Imágenes: Unsplash y Freepik
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