Identificamos y ayudamos a corregir las brechas de competitividad del tejido económico de las sociedades de las que formamos parte.

Generamos confianza entre los agentes económicos de una sociedad sobre la base del conocimiento, los valores y la competitividad.

Cuando el tejido económico llega a una masa crítica suficiente en la incorporación de esos conocimientos y valores, adquiere cotas de eficiencia que le permiten competir en igualdad de condiciones con los demás actores internacionales.

Aportamos la confianza en que los distintos actores tienen los conocimientos y los valores importantes para su relación con sus interlocutores clave; aportamos competitividad.